
Miércoles 3 de septiembre de 2025, p. 14
La actual administración ha aplicado al menos dos medidas de gran calado para contener el intercambio con China, país con el cual el déficit comercial sigue en aumento. En la primera mitad del año la diferencia entre lo que México vende a la potencia asiática –principalmente minerales– y lo que ésta compra alcanzó un récord de 57 mil 534 millones de dólares, 3.29 por ciento más que en 2024, de acuerdo con el Banco de México.
Según la Administración General de Aduanas, de enero a julio las principales ventas de China a México fueron de autos terminados, por un valor de 3 mil 300 millones de dólares; autopartes, 2 mil 600 millones; teléfonos inteligentes, 2 mil 200 millones; pantallas planas, 2 mil millones, y artículos de bajo costo, mil 800 millones de dólares.
El desequilibrio comercial no es privativo de China. Los registros del banco central dan cuenta de que hasta junio las compras de México a Asia superaron las ventas en 117 mil 112 millones de dólares, un incremento anual de 13.49 por ciento respecto a la primera mitad de 2024, impulsado por mayores importaciones desde Singapur, Israel e India.
El déficit comercial de México con Asia está cerca de equiparar las ventas que el país hace a su principal socio, Estados Unidos, con el cual el superávit comercial durante la primera mitad del año llegó a 137 mil 143 millones de dólares.
Al menos desde inicios del año pasado, México ha sido acusado de ser un trampolín de mercancías de Asia al mercado de Estados Unidos. De acuerdo con un estudio de UBS, la mitad del crecimiento de las importaciones chinas que llegan a México puede atribuirse a la triangulación de bienes intermedios que tienen como destino final el mercado estadunidense.
A las acusaciones de la representante comercial de la Casa Blanca en el gobierno de Joe Biden, Katherine Tai, sobre el “aumento de las exportaciones mexicanas de acero y aluminio a Estados Unidos y la falta de transparencia respecto a las importaciones de acero y aluminio de México desde terceros países”, siguió un decreto publicado el 22 de abril de 2024 en el cual el gobierno mexicano aumentó de 5 a 50 por ciento la tasa aranceles temporales a la importación de 544 fracciones arancelarias, que incluían productos como acero, aluminio, textiles, confección, calzado, madera, plástico, productos químicos, papel y cartón, productos cerámicos, vidrio, material eléctrico, material de transporte, instrumentos musicales y muebles, entre otros.
En su momento los industriales explicaron que era una medida dirigida al comercio chino, pero el regreso de Donald Trump se ha caracterizado por una política de reindustrialización, sustitución de importaciones e imposición de aranceles.
Además de incrementar de 19 a 33.5 por ciento de la tasa de impuestos a paquetes cuyo valor no supera 50 dólares –los conocidos minimis, muchos de ellos artículos comprados por plataformas digitales como Temu o Aliexpress–, el gobierno mexicano emitió un decreto que reduce las importaciones temporales de más de 370 productos, entre ellos textiles, calzado y azúcares.