Los riesgos en menores de 6 años incluyen problemas de aprendizaje, trastorno del sueño y sedentarismo

Lunes 1º de septiembre de 2025, p. 17
Entre los riesgos por el uso de pantallas electrónicas –tabletas y celulares– en menores de seis años están las afectaciones en el aprendizaje (neurodesarrollo), la socialización y el bienestar emocional, que se acompañan de trastorno de sueño, daño en salud visual y aumento de comportamiento sedentario, indicaron especialistas.
Al hablar de la tecnología e inteligencia artificial (IA) en niños, niñas y adolescentes, el análisis debe ser desde una perspectiva de desarrollo, según la investigadora Viviana Quintero de la Universidad de los Andes, Colombia.
En la infancia, sostuvo, se tienen que priorizar cuatro áreas de desarrollo: la actividad física; el sueño, alimentación e higiene; la interacción social, y el aprendizaje y educación, las cuales se perjudican cuando hay una exposición prolongada de estos dispositivos.
“Los niños que pasan mucho tiempo conectados a pantallas aumentan su sedentarismo, hay aislamiento social, dejan de dormir y de comer por estar conectados y baja su rendimiento escolar”, afirmó Quintero durante el Seminario Internacional Crecer, aprender y convivir en la era digital: oportunidades, riesgos y desafíos, realizado por el Tecnológico de Monterrey y la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura en México.
Aseveró que la IA está magnificando los riesgos que ya existían con las redes sociales, entre ellos los contenidos que ven los infantes (retos virales, violencia, autolesión), las interacciones virtuales (principalmente con desconocidos, extorsión) y conductas de ciberdependencia o violencia.
Asimismo, los menores presentan problemas de control de impulsos, ansiedad y síntomas depresivos porque tienen poca tolerancia al malestar, aseguró.
El especialista Juan Francisco Lozano, del Tecnológico de Monterrey, informó que los infantes menores de tres años que pasan más de dos horas expuestos a pantallas presentaron un retraso en los hitos de lenguaje, adquisición de vocabulario y aumento en la hiperactividad. Asimismo, los escolares que usan más de una hora estos dispositivos tienen 1.8 veces más riesgo de desfases en desarrollo cognitivo al entrar al prescolar.
Los especialistas consideraron que no deben usarse las pantallas al menos una hora antes de acostarse o durante las comidas. Además, los padres deben conocer el contenido que consumen los pequeños.