Vecinos padecen daños a vialidades por peso de camiones

Domingo 24 de agosto de 2025, p. 24
La mina de materiales pétreos en la ladera poniente del volcán Yuhualixqui, en Iztapalapa, mantenía ayer una intensa actividad, no obstante las clausuras que realizó el pasado viernes la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) de varios sitios de extracción en la franja volcánica de la Sierra de Santa Catarina, dado que no existe en la Ciudad de México ninguna autorización para dicha actividad.
Vecinos de las colonias Las Arboledas, en Tláhuac y Lomas de San Lorenzo, de Iztapalapa, padecen el daño de la carpeta asfáltica de la avenida Providencia ocasionado por el paso continuo de vehículos cargados con grava y arena, vialidad que además de dar servicio a ambas colonias es el acceso al Hospital General de Zona 20 del IMSS y a la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.
En un recorrido se observó una máquina trituradora en operación y el ingreso y salida de vehículos de diferente capacidad, desde tractocamiones de 40 toneladas hasta camionetas pick-up, y a decir de los vecinos alrededor de medio centenar de unidades pasan cargados con material en un día.
Además del daño a la vialidad por la circulación continua y el peso de los vehículos, señalaron que el derrame de materiales provoca la obstrucción del drenaje y al ser el límite de las alcaldías Tláhuac e Iztapalapa, padecen también problemas de inseguridad, al grado de que en el último mes se robaron cuatro automóviles.
En tanto, vecinos de la colonia La Estación, en Iztapalapa, refieren que la mina que operaba en la parte norponinente del volcán Xaltepec, tiene alrededor de dos meses que dejó de trabajar, al parecer por una clausura.
Ángel Castrejón dice que llegó a la colonia hace 52 años, cuando estaba rodeada de terrenos baldíos, tierras de cultivo, un establo y aunque ya se realizaba la extracción de arena era posible subir por esa ladera a la cima donde “había una cancha de futbol y un laguito de agua que no se acababa, ahora ya no porque ya le dieron en la madre, ya se acabaron como un cuarto”.
Dentro de la mina no se observó actividad y dos máquinas trituradoras permanecen inactivas, mientras que por fuera, en uno de los senderos, un corredor corroboró que desde hace unos meses no se trabaja, pero dijo que no es la primera vez, “la clausuran o se les acaba el permiso, pero luego vuelven a trabajar”.