Podrán expulsarlos en septiembre
Presiona Kristi Noem por una flota aérea para duplicar deportaciones
Jueves 21 de agosto de 2025, p. 22
San Francisco. Un tribunal federal de apelaciones falló ayer a favor del gobierno del presidente Donald Trump y suspendió temporalmente la orden de una corte de menor instancia que mantenía vigentes las protecciones temporales para 60 mil migrantes de Centroamérica y Nepal.
La decisión autorizó a la administración Trump tomar medidas para deportar a unas 7 mil personas originarias de Nepal, cuyas designaciones de Estatus de Protección Temporal (TPS por sus siglas en inglés) expiraron a principios de este mes.
Las designaciones de TPS de 51 mil hondureños y 3 mil nicaragüenses expiran el 8 de septiembre, fecha a partir de la cual serán elegibles para ser expulsados del país.
Defensores de los derechos de migrantes afirmaron que los beneficiarios del TPS de Nepal viven en Estados Unidos desde hace más de una década, mientras los procedentes de Honduras y Nicaragua cuentan con protección desde hace 26 años, después de que el huracán Mitch devastó ambas naciones en 1998.
La Casa Blanca tomó medidas agresivas para eliminar dicha protección, como parte de un esfuerzo más amplio del gobierno federal para realizar expulsiones masivas.
Además, la secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, está presionando para que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) tenga su propia flota de aviones a fin de duplicar las expulsiones, informó NBC News.
El vicepresidente estadunidense, JD Vance, afirmó durante una entrevista con Fox News: “Se tienen que dejar de anteponer los intereses de los extranjeros, que no tienen derecho vivir en el país, a los de los estadunidenses”.
Por lo pronto, el temor a las deportaciones también pone en riesgo a migrantes que residen en Florida ante el inicio de la temporada alta de huracanes en el Atlántico.
Durante mucho tiempo los desastres naturales han empeorado la situación para las personas sin estatus legal permanente. Los migrantes y sus defensores aseguraron que la política migratoria impulsada por Trump ha aumentado drásticamente el peligro al que están expuestos.
Lugares antes considerados espacios neutrales, como escuelas, hospitales y refugios, ahora son blancos de la ofensiva antimigrante de Trump, y los acuerdos de los departamentos de policía locales para colaborar con el ICE los hacen más vulnerables.