La obra enseña a los niños que “preservar los océanos es un acto de amor”

Sábado 16 de agosto de 2025, p. 2
El espectáculo dancístico multimedia El pulpo fantasma, que dirige la artista Patricia Marín, busca generar conciencia sobre la importancia de cuidar los ecosistemas marinos y preservar el patrimonio natural de los mares mexicanos.
En entrevista con La Jornada, la coreógrafa habló de su inspiración y el proceso creativo detrás de esta obra que se estrenará con la compañía Danza Visual hoy y tendrá una función más, mañana en el Teatro de las Artes del Centro Nacional de las Artes.
“Desde que soy tía, o simplemente adulta rodeada de niñas y niños, he comprendido que cuidar los mares y los ecosistemas no es sólo una causa ambiental, es un acto de amor y responsabilidad hacia las infancias. Ellas y ellos no heredarán sólo nuestras palabras ni nuestras enseñanzas: heredarán el planeta tal como lo dejamos.
“Hablar de este tema con niñas y niños es esencial porque están creciendo en un planeta que necesita urgentemente personas conscientes, empáticas y conectadas con la naturaleza. Los mares no son sólo paisajes hermosos, son fuentes de vida. Generan oxígeno, regulan el clima, alimentan a millones de personas y albergan una biodiversidad maravillosa que muchas veces no alcanzamos ni a imaginar”, explicó la directora de la pieza.
El pulpo fantasma es un espectáculo que realiza Danza Visual en colaboración con Mar...es de México y Fundación Santa Lucía, A C, y con el apoyo de Culturalmente Responsable, organización dedicada a promover y acercar la cultura a la sociedad. La producción combina danza, proyecciones y una atmósfera visual que resalta la fragilidad de los ecosistemas marinos.
La creadora destacó que el arte es una forma de hablar desde el corazón y transformar lo invisible en algo que se puede sentir, tocar y mirar con otros ojos. “Cuando enseñamos a una niña o a un niño a respetar la vida marina, a no dejar basura en la playa, a no dañar un arrecife o a preguntarse de dónde viene el pescado que comen, les estamos enseñando también a pensar en las consecuencias de sus actos, a cuidar lo que no se ve, a actuar con conciencia colectiva. Cuidar los mares es también hablar de justicia”, agregó
Marín enfatizó que el mensaje principal de la obra es la importancia de sensibilizarnos sobre los ecosistemas, cuidar lo que consumimos y proteger a los que no pueden hacerlo. “La industria tiene que detenerse y entender que la sobrexplotación nos puede llevar a un desenlace terrible como humanidad”.
La creadora busca generar conciencia y hacer que la audiencia se sienta comprometida con la preservación del medio ambiente, y la danza es su herramienta para tratar de entender su propio entorno.
Explicó que Mar... es de México Fundación Santa Lucia, les dio toda la pauta para crear el espectáculo, en donde “el pulpo y los personajes que aparecen son sugerencias de los fundadores Delphine y Eduardo. Ellos son los que incluso tuvieron la idea de crear esta dramaturgia tan especial entre historia de Santi y el Cuidador. Hay muchos cuidadores ya en el mundo, muchos están haciendo cosas importantes por los mares, selvas, bosques y animales. Es importante visibilizarlos, son héroes sin capa, es gente que se levanta y lucha contra la injusticia hacia la tierra”, indicó Patricia Marín.
Sobre el guion, la coreógrafa y directora señaló que la historia es simple pero llena de belleza, la furia de la industria contra la fragilidad del ecosistema. “La Tierra no pide nada más que la cuides. Somos tantos y necesitamos tantas cosas que la tierra no puede sostener esta devastadora industria. Son datos que, si se hablan de manera fría, nos dejan congelados de impotencia, es por eso que a través del arte queremos llevarlo a la reflexión, no se trata de minimizar el problema sino de empezar a abrir una puerta para una conversación de domingo que nos haga tomar acción, tal vez.”
La obra El pulpo fantasma, con diseño visual a cargo de Ghiju Díaz de León, será interpretada por Danza Visual este fin de semana con funciones dobles a las 12 y 14 horas, en el Teatro de las Artes del Centro Nacional de las Artes (avenido Río Churubusco 79, colonia Country Club, Coyoacán). Costo, 150 pesos.