Viernes 15 de agosto de 2025, p. 11
Ciudad de Guatemala. Un grupo de ciudadanos mexicanos cruzó ayer la frontera hacia Guatemala en busca de refugio debido a la violencia que azota a sus territorios, producto de la disputa entre bandas rivales de narcotraficantes, informaron autoridades de la nación centroamericana.
Es el segundo caso en poco más de un año, luego de que en 2024 decenas de personas huyó de sus comunidades limítrofes con el estado de Chiapas debido a las incursiones del crimen organizado.
El Instituto Guatemalteco de Migración confirmó el jueves a The Associated Press la presencia del nuevo grupo de mexicanos, esta vez ubicados en la comunidad de Guaila, en el municipio de la Democracia del departamento fronterizo de Huehuetenango.
La Dirección de Comunicación del Instituto de Migración informó que al menos 100 personas procedentes de Ciudad de Cuauhtémoc, municipio de Frontera Comalapa, Chiapas, buscaron refugio en la población de Guaila, donde “los habitantes guatemaltecos se han convertido en un importante punto de acogida para las familias mexicanas que han llegado en busca de resguardo”.
Señaló que diversas instituciones coordinan con la Cruz Roja, Plan Internacional, la Procuraduría General de la Nación, el Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala y la Secretaría contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas para dar asistencia humanitaria.
Agregó que evaluará las necesidades que tengan los ciudadanos mexicanos para poderles otorgar el estatus de permanencia por razones humanitarias en el país y regularizar su situación migratoria.
En 2024, el gobierno de Guatemala otorgó estatus de refugiados a unos 210 mexicanos que entraron al país provenientes de varias localidades del municipio de Amatenango de la Frontera, Chiapas, que salieron de su país entre disparos y dejando sus pertenencias y animales por enfrentamientos entre grupos del narcotráfico que se disputan el control de la zona.
Durante una reunión de seguridad denominada Mesa de Paz, realizada el jueves en la frontera con Guatemala y en la que participaron representantes de las fuerzas armadas, las autoridades de Chiapas reconocieron brotes de violencia, pero negaron el desplazamiento de civiles.
“Somos un gobierno transparente, si hubiera algo nosotros mismos lo haríamos saber a la población, pero hasta hoy no tenemos desplazamiento forzado”, aseguró el secretario de Seguridad chiapaneco, Óscar Aparicio Avendaño, quien agregó que se mantiene un fuerte despliegue policial en esa región fronteriza.