Fox y su “éxito” en gas natural // México, importador neto // Netanyahu, infame

llá por los tiempos del “cambio” (2003), el de las ideas cortas y la lengua larga, Vicente Fox, presumía que con la “exitosa adjudicación” del primer “contrato de servicios múltiples” en la Cuenca de Burgos a la trasnacional española Repsol, “México no sólo será autosuficiente en gas natural, sino que, en el corto plazo, se convertirá en exportador neto” de ese combustible. Y todos aplaudieron como focas.
El tenebroso consorcio Repsol se quedó con las mayores reservas en la Cuenca de Burgos, con lo que se “lograría” –versión oficial– la tan cacareada “autosuficiencia”, amén de exportar miles de millones de pies cúbicos de ese combustible, aunque en los hechos la trasnacional española sólo utilizó ese primer “contrato de servicios múltiples” para especular financieramente, hincharse de ganancias y no producir ni un suspiro.
Ante el sonado fracaso, no reconocido por el “cambio”, Fox dijo que nuestro país debía importar gas natural de Texas y aseguró que ese combustible “es extraído de los mismos yacimientos mexicanos de la Cuenca de Burgos” en la zona fronteriza: “nos lo sacan por abajo y se los compramos por arriba; hay quien dice que los pozos de ellos los empezaron a hacer chuecos para llevarse nuestro gas natural” mediante “la técnica del popote”, según su versión.
Lo bueno de todo esto, celebraba el de las ideas cortas y la lengua larga, era que “afortunadamente, ya se están invirtiendo 5 mil millones de dólares en la Cuenca de Burgos en nuevos pozos para extraer el gas y se están instalando nuevas plantas para procesarlo”.
Y Felipe Calderón repitió el “esfuerzo” de Fox con la misma empresa española, Repsol, y en la misma Cuenca de Burgos. Este detestable personaje fue el que más contratos entregó a la trasnacional “e incumplió la mayoría de ellos, y un ejemplo son los firmados para obtener gas de la cuenca; solamente se llevó el dinero y no aumentó la producción”, de acuerdo con una denuncia pública (2011) del entonces el dirigente del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Pues bien, en los hechos, una década después de tan “exitosa adjudicación” (Fox dixit), el secretario peñanietista de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, se vio en la penosa necesidad de reconocer que México se convirtió en importador neto de gas natural, sobre todo del mercado estadunidense.
Y 12 años más adelante, el actual director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Víctor Rodríguez Padilla, advirtió que nuestro país tiene una dependencia brutal del gas estadunidense, utilizado principalmente para la generación de electricidad, “y hay meses en que ha llegado a suspenderse hasta en 96 por ciento. Nos pueden cerrar la llave, como ya lo hicieron en 2000 y 2021” ( La Jornada, Georgina Saldierna y Andrea Becerril).
En un foro en el Senado, “expuso que es necesario reducir esa dependencia –se importan 7 mil millones de pies cúbicos de Estados Unidos–, pues es un problema de seguridad nacional, lo que plantea a México la necesidad de aprovechar sus propios yacimientos, aunque la mitad de ellos no son convencionales, lo que dificulta la explotación; estamos en un momento crítico en términos de campos convencionales y lo que se puede hacer en el futuro, para que decida; las importaciones estadunidenses provienen principalmente de Texas”.
Cuando ocurrió el vórtice polar de 2021, el gobernador de esa entidad (Greg Abbott) disminuyó a México la dotación de gas natural, “aunque no tenía facultades legales para ello”, pero de todas maneras lo hizo. “En aquella ocasión, la Comisión Federal de Electricidad tuvo que erogar 70 mil millones de pesos para dotar a la población de energía eléctrica, añadió Rodríguez Padilla frente a senadoras, diputados y representantes empresariales” (ídem). Y siendo México riquísimo en gas natural, se mantiene como importador neto de ese combustible.
Las rebanadas del pastel
La versión oficial de lo recientemente dicho por Benjamin Netanyahu es que su “nuevo plan militar para Gaza es la mejor forma de terminar la guerra y no tiene como objetivo ocuparla, sino desmilitarizarla”, pero el mensaje real es, sin comillas, que el criminal de guerra continuará con el genocidio palestino y anexará Gaza y demás territorios a su país, el cual ha más que duplicado su tamaño original a lo largo de casi ocho décadas de expolio. Pero no está satisfecho: quiere el resto y sin población palestina (siempre apoyado por su principal cómplice, EU y los títeres de éste) a la que está decidido exterminar sin que nadie lo impida, en uno de los capítulos más infames desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
X: @cafevega