os años y los momentos que nos tocan vivir, en este aciago 2025, me han hecho reconsiderar la opinión que tenía sobre el ex presidente neoliberal Ronald Reagan, e incluso George W. Bush, uno de California y otro de Texas, ambos vecinos de México y con una visión diferente a la de los republicanos de hoy.
Ronald, a diferencia de Donald, había sido gobernador de California y conocía a su estado que tenía una significativa población de origen latino. Y su opinión personal era muy clara al respecto: Son hombres y mujeres anhelando libertad y oportunidades. Pienso que ha llegado el tiempo en que Estados Unidos y nuestros vecinos, particularmente los del sur, deberíamos tener un mejor entendimiento y relación que la que hemos tenido en el pasado. En lugar de hacer o hablar de hacer una cerca, por qué no trabajamos en reconocer nuestros problemas mutuos, hacerles posible venir aquí legalmente con permisos de trabajo
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Por el contrario, Donald empezó su campaña política para la presidencia, en 2006, diciendo: No quiero nada con México más que construir un muro impenetrable y que dejen de estafar a Estados Unidos
y luego afirma que “cuando México nos manda gente, no nos mandan a los mejores. Nos mandan gente con un montón de problemas, que nos traen drogas y crimen, son violadores…”
Pero Reagan incluso fue mucho más allá de exponer una opinión favorable hacia los mexicanos y su oposición a la construcción de muros. Él fue el artífice de la ley de amnistía de 1986, llamada IRCA. “Creo en la idea de amnistía para aquellos que echaron raíces y han estado viviendo aquí, aunque en algún punto del pasado hayan llegado de forma ilegal. Ellos creen en el sueño americano, una y otra vez ellos lo vuelven realidad para ellos mismos, para sus hijos y para otros. Dan más de lo que reciben. Ellos renuevan nuestro orgullo y gratitud a Estados Unidos de América”.
En efecto, Ronald Reagan firmó la ley de amnistía, propuesta por los senadores Simpson y Rodino y aprobada en las dos cámaras. Esa ley permitió la legalización de 2.5 millones de migrantes indocumentados que dio pie a la conformación de una comunidad de origen mexicana legal en Estados Unidos. Anteriormente lo que predominaba era la comunidad mexicano-estadunidense de los territorios anexados y de las familias que se quedaron en el vecino país del norte.
Esto debido a que las sucesivas deportaciones masivas de mexicanos, en la primera mitad del siglo XX, afectaron seriamente a las comunidades de origen mexicano, especialmente en los estados del norte. Y luego se implantaría la política de migración temporal y masculina, sea con los contratos braceros o durante la época indocumentada (1942 a 1986). De ahí la significancia de la ley de amnistía firmada por Reagan en 1986.
Por el contrario, el demócrata Bill Clinton (1993-2001) aprobó una de las leyes más punitivas en contra de los migrantes: The Illegal Immigration Reform and Immigrant Responsibility Act of 1996 que, desde el propio nombre, se enfoca a perseguir y castigar a la migración indocumentada, calificándola de ilegal.
Y paradójicamente el gobernador texano George W. Bush (2001-2009) decía: No es ni sabio ni realista detener a millones de personas
. Y se quejaba de sus propios correligionarios que afirmaban que la solución es deportar a cualquier inmigrante ilegal y que cualquier propuesta de reforma a estas medidas es amnistía. No estoy de acuerdo. Existen diferencias entre un inmigrante ilegal que acaba de llegar a otro que ha trabajo aquí por muchos años y tiene una casa, una familia o un historial positivo
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Y como buen ranchero texano, Bush sabía lo que era cruzar la frontera y las penalidades que tenían que pasar los migrantes. Y en una de sus alocuciones señaló: Muchos trabajadores indocumentados han caminado milla por milla a través del calor del día y el frío de la noche. Algunos han arriesgado sus vidas en peligrosos cruces en el desierto o confiado sus vidas a las brutales redes de descorazonados traficantes humanos. Cuando son victimizados por la ley, tienen miedo de llamar a la policía o buscar recursos en el sistema legal. Se les arranca de sus familias desde muy lejos, temiendo que si dejan el país para visitarlos, no sean capaces de regresar a sus trabajos
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Y en realidad, en ese inicio del siglo XXI fue posible pensar y plantear una nueva reforma migratoria favorable a los migrantes, con amplia participación de México, la llamada enchilada completa
. Pero todo ese proyecto de cabildeo se vino abajo el 11 de septiembre de 2001 con el ataque terrorista en Nueva York y Washington.
Estadistas de la talla de Ronald Reagan y George W. Bush, conocedores de la frontera y su profunda interconexión con México para beneficio de ambos países, ya no existen; el actual gobernador de Texas, Greg Abbott, es de la misma calaña que Donald Trump.
Paradójicamente, los sucesos de Los Ángeles y la intervención arbitraria de Trump han potenciado la figura del gobernador de California, Gavin Newsom, como posible candidato a la presidencia por el Partido Demócrata, que tiene la oportunidad de reivindicarse.