Estados Unidos culpa a terceros // Alfonso Romo, error político // Listo: Nobel de la Paz a Trump

or el momento, a Donald Trump le falló su puesta en escena en Medio Oriente, de tal suerte que de nuevo recurre a su caballito de batalla, México, y en el clásico boxístico del uno-dos, el miércoles pasado intentó aplicar un par de ganchos al hígado contra el gobierno de Claudia Sheinbaum: el primero, vía Departamento del Tesoro, al sector financiero que opera en el país, mediante una acusación de lavado de dinero; el segundo, por medio de la Fiscalía General de Estados Unidos, que cataloga a su vecino del sur de adversario extranjero
. Ello, sin olvidar que semanas atrás la secretaria bótox, Kristi Noem, no pudo conectar un uppercut a la mandataria mexicana, tras acusarla de alentar la violencia y la protesta
por las brutales redadas contra los inmigrantes.
Lo anterior da cuenta de que el magnate que despacha en la Oficina Oval nada tiene que hacer en la vida, salvo buscar pleito aquí, allá y acullá; el pretexto es lo de menos: provoca, insulta, grita, amenaza, condiciona, suelta a sus perros, bombardea y mucho más, lo que revela severos trastornos de salud mental, de tal suerte que, por el bien del planeta, a este egocéntrico personaje le urge terapia o cuando menos un medicamento antisicótico.
Trump ordenó a Scott Bessent, titular del Departamento del Tesoro, el primer gancho al hígado: en México, facilitadores financieros como CIBanco, Intercam y Vector ayudan al envenenamiento de innumerables estadunidenses al mover dinero para los cárteles, lo que los convierte en piezas claves en la cadena de suministro de fentanilo
. Seleccionó bien el objetivo (aunque olvidó
mencionar que su gobierno no hace nada por evitar, o cuando menos paliar, el consumo de drogas en su territorio, y que sus fronteras son verdaderos coladores por los cuales pasan todo tipo de enervantes, más los que se producen internamente), porque de mucho tiempo atrás el sistema financiero que opera en el país (mayoritariamente de capital extranjero) ha sido señalado como uno de los principales centros de lavado de dinero en el mundo, aunque al referido funcionario también se le pasó
mencionar que en Estados Unidos se blanquean cantidades mucho mayores y no lo han controlado (algunas fuentes estiman que la industria del chaca-chaca en el vecino del norte representa hasta 38 por ciento del total mundial).
Obvio es que los tres consorcios financieros involucrados por Bessent de inmediato salieron a desmentirlo, aunque cierto es que la aparición de un personaje en este culebrón (con su innegable objetivo político que conlleva, dada la pasada relación institucional de Alfonso Romo con el ex presidente López Obrador) no ayuda mucho, toda vez que en 2005 el empresario regiomontano (legionario de Cristo, yerno del extinto barón Alejandro Garza Lagüera, muy amigo de Carlos Salinas de Gortari, íntimo de Pedro Aspe y mecenas electoral de Vicente Fox, entre otras gracias) fue denunciado por ser uno de los operadores financieros del dictador Augusto Pinochet. Sin duda, y se ha dicho en este espacio, su nombramiento como jefe de la Oficina de la Presidencia de la República fue un error del agente chipilín.
El otro gancho al hígado intentó propinarlo la fiscal general de Estados Unidos, Pamela Bondi (antes ocupó el mismo puesto, pero en Florida, donde el narco lava y lava), quien se envolvió en la bandera de las barras y las estrellas (de David): No nos dejaremos intimidar y mantendremos a Estados Unidos seguro, no sólo de Irán, sino de Rusia, China y México, de cualquier adversario extranjero que trate de matarnos físicamente o por sobredosis a nuestros hijos, con drogas
. Y, como Bessent, esta funcionaria olvidó
algo: mencionar que su país es el mayor consumidor, por mucho, de todo tipo de enervantes en el mundo. Pero dice que los culpables son otros.
Las rebanadas del pastel
Donald Trump está feliz, porque, dice, obtendrá el Premio Nobel de la Paz. Y el comité que decide quién se queda con el galardón ya cuenta con todos los elementos para entregárselo: en tan sólo cinco meses de gobierno
, el esquizofrénico personaje bombardeó Irán, sin declaración de guerra, con sus costosísimos aviones B-2; amenazó con deponer al régimen de Teherán
; armó a Israel hasta los dientes; ha prometido liberar o indultar
al criminal de guerra Benjamin Netanyahu (cariñosamente le llama Bibi, gran héroe
); avala el genocidio en Gaza; su país es el exportador número uno de armas; ordenó a las naciones de la OTAN (donde lo reconocen como papito
) duplicar el gasto militar y muchísimas más acciones a favor de la paz. Como se ve, reúne todas las condiciones.
X: @cafevega