Domingo 22 de junio de 2025, p. 7
Organizaciones civiles y redes de México y Estados Unidos, convocadas desde el Movimiento de los Pueblos por la Paz y la Justicia, demandaron el cese a los ataques contra las comunidades migrantes en territorio estadunidense, el freno a la venta de armas y justicia para las víctimas de la violencia armada.
No es posible, condenaron, que el gobierno de Estados Unidos “use los recursos públicos para atacar, detener y encarcelar de forma violenta e ilegal a migrantes trabajadores y a estudiantes, profesores, organizaciones, universidades y profesionistas que se oponen a la violencia en su país, al genocidio perpetrado en Gaza y al absurdo de una guerra con Irán”.
En la explanada del Monumento a la Revolución, una delegación de sobrevivientes de la violencia armada en EU expresó su solidaridad con el pueblo mexicano y con las acciones del gobierno en contra de los fabricantes de armas de ese país.
En una conferencia que se realizó simultáneamente en diversos estados de México y Estados Unidos, John Lindsay-Poland, coordinador del proyecto Stop US Arms to Mexico, destacó que “hay más de 400 millones de armas en manos de civiles” estadunidenses.
En los estados fronterizos, dijo, “hay más de 7 mil armerías donde se puede fácilmente comprar un cuerno de chivo, un AR15 o un rifle calibre 50”.
En entrevista, dijo que han propuesto al gobierno de México tener “una oficina o entidad que coordine a las diferentes dependencias” encargadas de atender el problema del flujo de armas.
Por su parte, Kimberly Mata-Rubio, madre de Lexi, quien fue asesinada en Uvalde, Texas, en 2022, recordó que su hija y otros compañeros de colegio fueron ultimados por un joven de apenas 18 años de edad. “Entró a la escuela con un AR15 y la mató”.
El Movimiento de los Pueblos por la Paz y la Justicia urgió a los gobiernos de ambos países a crear un mecanismo binacional para transparentar y controlar la venta y el tráfico de armas en la región, así como para “la desmilitarización responsable” e impulsar el diálogo regional en política de drogas.
También pidió conformar un organismo binacional, con participación de sociedad civil, para el monitoreo de derechos humanos e impulsar una reforma migratoria y laboral en Estados Unidos.