Concord. Mahmoud Khalil, el activista por los derechos palestinos graduado de la Universidad de Columbia y que estuvo bajo arresto por las autoridades federales de inmigración durante más de tres meses, se reunió ayer con su esposa y su hijo recién nacido.

En tanto, una investigación de The Intercept reveló el papel que de-sempeñó la dependencia de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) en la identificación de sospechosos en universidades. Este organismo, conocido como el brazo investigador del ICE, era una fuerza de élite que solía investigar a traficantes de personas, narcotraficantes y criminales de guerra, pero que bajo la administración Trump se ha centrado en investigar a extranjeros en campus educativos con opiniones críticas sobre Israel.

Khalil mostró una amplia sonrisa a sus simpatizantes al salir del control de seguridad del aeropuerto de Newark, empujando un cochecito donde llevaba a su bebé, con el puño derecho en alto y una keffiyeh (bufanda) palestina sobre los hombros. Estaba acompañado por su esposa, Noor Abdalla, así como por miembros de su equipo legal y la representante demócrata por Nueva York, Alexandria Ocasio-Cortez

El gobierno de Estados Unidos financia este genocidio, y la Universidad de Columbia invierte también en eso. Por eso, continuaré protestando con cada uno de ustedes. Aunque me amenacen con la detención. Incluso si me mataran, seguiría alzando la voz por Palestina, declaró.

Khalil, residente legal de Estados Unidos, cuya esposa dio a luz durante sus 104 días de detención, agregó que también alzará la voz por los migrantes que dejó atrás en el centro de detención. Ya seas ciudadano, inmigrante, cualquier persona en esta tierra, no eres ilegal. Eso no te hace menos humano, enfatizó.

El estudiante de asuntos internacionales, de 30 años, no fue acusado de violar ninguna ley durante las protestas en Columbia. Sin embargo, el gobierno señaló que los no ciudadanos que participan en tales manifestaciones deberían ser expulsados de Estados Unidos por expresar opiniones que considera antisemitas y pro Hamas, en referencia al grupo de resistencia palestino.

Khalil fue liberado después de que el juez de distrito, Michael Farbiarz, expresó que sería muy, muy inusual que el gobierno continuara deteniendo a un residente legal de Estados Unidos con pocas probabilidades de huir y que no había sido acusado de violencia alguna.

En este contexto, el medio de investigación The Intercept reveló que mientras preparaba los expedientes sobre Khalil, el HSI desplegó todo su conjunto de herramientas y técnicas de investigación para identificar a los individuos dentro de los parámetros de las órdenes ejecutivas del presidente Donald Trump sobre la erradicación del supuesto antisemitismo, como explicó un agente de la dependencia en una declaración jurada.

El medio señaló que los agentes del HSI utilizaron herramientas de vigilancia para crear un expediente, que luego se pasó al Departamento de Estado para confirmar que el sospechoso era, a los ojos del gobierno estadunidense, lo suficientemente antisemita como para ser deportado.

Para rastrear a los manifestantes y arrestarlos, los funcionarios realizaron una vigilancia de patrones de vida, que implicó el monitoreo de los movimientos y de los familiares de los sospechosos, y basaron sus órdenes de registro en declaraciones juradas poco sólidas e incluso rastrearon sus cuentas de WhatsApp.