El recinto se transformó en un salón de baile para celebrar cuatro décadas de un grande de la salsa

Sábado 21 de junio de 2025, p. 6
La Arena Ciudad de México, se transformó en salón de baile para celebrar cuatro décadas de un grande de la salsa, Maelo Ruiz, quien puso en marcha su Tour 40 Aniversario en el recinto de Azcapotzalco, el cual fue un derroche de ritmo candente, sentimientos y donde se corroboró el poder de la música.
Maelo Ruiz, de 58 años de edad, quien ha construido una carrera como uno de los máximos exponentes de la salsa romántica, además de que ha mantenido su vigencia y su profunda voz que permanece intacta y es reconocida de inmediato en los primeros acordes de Será que sí, Por favor señora, Te va a doler o Regálame una noche, protagonizó una noche vibrante, de festejo por la vida, en la Arena CDMX.
Pero la húmeda noche del jueves, ya entrados en calor y con la candela al cien por ciento, Maelo Ruiz, quien apareció en el escenario después de las 10 de la noche, dejó a sus seguidores con ganas de seguir en la celebración, pues luego de hora y media de concierto, salió del escenario para un cambio de ropa, pero regresó para despedirse de su público que aún tenía energía, ganas de darle gusto al cuerpo con el romanticismo de sus letras y el ritmo prendido de la salsa.
Lo cierto es que el músico tuvo varios recesos a lo largo del espectáculo; sus intervenciones fueron divididas para que tomara respiro y durante unos minutos, ya sentado charló sobre sus vivencias en la industria, sus inicios con la Orquesta Internacional de Pedro Conga, la etapa de solista, su amor por México, el cual demostró besando la bandera tricolor y recordó cuando pisó este territorio por primera vez, el 16 de noviembre de 1995, con el tema Te necesito mi amor.
En el área baja del recinto (zona de pie), se colocaron mesas y sillas, con un pequeño centro despejado, donde estuvieron bailando muy a gusto quienes compraron esos lugares; mientras alrededor de la arena, entre palcos y zonas de gradas, hubo algunos más aventados que lograron sortear a los encargados de seguridad y se lanzaron a bailar entre los pasillos y butacas.
Con proyecciones en video, orquesta, coristas y bailarinas, Ismael Ruiz Hernández, nombre real del músico estadunidense de ascendencia puertorriqueña, comenzó el vibrante espectáculo con Vicio, No te quites la ropa y Si supieras. Buenas noches, aplausos para las bailarinas
, dijo el intérprete y continuó con Me niegas tanto amor y Quiero volver. Y al unísono, los miles de asistentes se sumaron al coro con su famosa frase de batalla: ¡Otra vez Maelo Ruiz! Cuchi, cuchi, cuchi
.
Antes de interpretar Quiero volver, el salsero expresó: estoy contento y feliz de estar en la Arena, gracias por apoyar mi música; los quiero y amo mucho; ustedes son los responsables de que esté aquí
.
La noche festiva de Maelo Ruiz, quien confesó que de no haber seguido el camino artístico, habría sido pelotero
y se dijo seguidor de la novena de los Medias Rojas de Boston, continuó al calor de Te necesito mi amor, Nadie igual que tú, Mi mundo es de ella y El reloj cucú. Esta última, fue una versión salsera de la canción de Maná y más adelante Ruiz también interpretó un popurrí con temas que hizo famosos Luis Miguel.
Aunque el romanticismo pegó fuerte con Será que sí, Así eres tú, Si volvieras a mí, Bésame, Deseo y Amiga, hacia la recta final del concierto, Maelo recibió de manos de su esposa Janette Pérez un reconocimiento por 40 años de carrera. También se proyectó un video donde varios de sus colegas coincidieron en llamarlo leyenda y referente de la música; de 40 años de trayectoria intachable, de gran talento y de llevar por lo alto: ¡Otra vez Maelo Ruiz, cuchi, cuchi, cuchi!
.
El salsero se despidió de sus miles de seguidores con Te va a doler en una noche en que, sin tener aforo, la Arena CDMX ardió y fue testigo de una historia musical de cuatro décadas de éxitos, trabajo y mucho sacrificio.
Antes de que Maelo Ruiz tomara el escenario, Diego y su Grupo Galé, prendieron durante una hora los ánimos y dejaron el ambiente a punto de fiesta. Fue una noche donde por primera vez en muchos años, ambos exponentes de la salsa coincidieron en el mismo lugar tocando lo mejor de su repertorio. Además, la noche del jueves, sí fue como había adelantado la agrupación colombiana en declaraciones sobre su regreso a México y de compartir escenario con Maelo Ruiz, en que esta fecha sería una noche de historia para los que aman la salsa, con sentimiento, sabor y con respeto por el legado que llevamos años construyendo
en este género.