Viernes 6 de junio de 2025, p. 13
Un tribunal de apelación con sede en Hermosillo, Sonora, revocó el auto de libertad dictado a Luis Cárdenas Palomino, ex director de Inteligencia de la extinta Policía Federal, y uno de los más cercanos colaboradores de Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública durante el gobierno de Felipe Calderón, por lo que será juzgado por su presunto involucramiento en la operación Rápido y furioso, con la cual autoridades de Estados Unidos entregaron más de 2 mil armas a grupos delictivos en territorio nacional.
La resolución permite el reinicio del juicio contra Cárdenas Palomino, quien se encuentra preso en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 1, Altiplano, en el municipio de Almoloya de Juárez, sujeto a proceso penal por los delitos de tortura en contra de cuatro integrantes de la banda de secuestradores identificada como Los Zodiaco, en la que participaban los hermanos Israel y Mario Vallarta Cisneros, así como los hermanos Ricardo y Eduardo Estrada.
El abogado Luis Yasser confirmó la revocación del auto de libertad que emitió en 2024 la jueza Karina Almada Rábago, en ese entonces titular del juzgado noveno de distrito con sede en Hermosillo, Sonora, y quien consideró que la Fiscalía General de la República (FGR) no había aportado pruebas suficientes para decretar la vinculación a proceso en contra de Cárdenas Palomino.
De esta manera, con la resolución dictada por el tribunal de apelación, el ex funcionario será juzgado por tráfico de armas y delincuencia organizada por haber sido omiso para impedir la introducción a territorio nacional, en forma clandestina, de armas, municiones, explosivos y materiales de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea.
De acuerdo con información de autoridades ministeriales, la FGR aportó elementos de prueba que sirvieron para acreditar que debe seguirse el proceso penal en contra de Cárdenas Palomino. Como parte de los datos entregados a las autoridades judiciales, el Ministerio Público Federal proporcionó declaraciones de elementos de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) que presuntamente involucran al ex funcionario en la introducción ilegal de armas a México.
El operativo Rápido y furioso fue una acción de la ATF llevada a cabo entre 2009 y 2011, que tenía el objetivo de comerciar armas de fuego para que llegaran a miembros del crimen organizado que operan en México, a fin de identificar a la red de traficantes, pero fracasó su proyecto y muchas armas han sido aseguradas en operaciones realizadas por autoridades mexicanas.