El secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, planteó la necesidad de rediseñar el marco comercial entre su país y México que, a su juicio, ha perjudicado a los trabajadores estadunidenses.

Estados Unidos y México tienen una relación comercial importante, señaló, al testificar ante el Congreso. Sin embargo, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) permitió que las grandes corporaciones trasladaran fábricas desde Michigan y Ohio hacia el sur en busca de mano de obra más barata. Eso afectó directamente a nuestros trabajadores, favoreciendo las ganancias empresariales por encima del empleo nacional.

Lutnick afirmó que México posee grandes activos, como una población trabajadora, energía y recursos naturales, que pueden aprovecharse mejor. La idea no es quitarles horas ni trasladar toda la producción, sino identificar, junto con México, los sectores más adecuados para su economía. Deberían apostar por industrias como la minería y la refinación, señaló.

Para el funcionario, la producción de autos en México no resulta lógica. No tiene sentido fabricar coches fuera cuando nuestros trabajadores pierden empleos. El presidente lo ha dicho: no se trata de estar en contra de México, sino de defender a los trabajadores estadunidenses.