Algunas huyen de la violencia de género y otras para obtener recursos
Lunes 19 de mayo de 2025, p. 5
En los pasados ocho años, la presencia de las mujeres ha tenido un aumento notorio en los flujos migratorios, tanto de México hacia Estados Unidos, como de Centro y Sudamérica, y que llegan a territorio mexicano. Una de las causas es que muchas de ellas son jefas de familia y proveedoras del hogar, por lo que viajan en solitario con la intención de encontrar una mejor oportunidad laboral para mantener a su familia, se explica en un estudio de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación.
Sin embargo, para algunas sus movimientos no son sólo por razones económicas, sino que también son una estrategia de supervivencia ante la violencia de género que sufren en sus lugares de origen
, se expone en la revista Movilidades, difundida por la dependencia federal, en la que publica artículos de investigación, análisis y difusión, con evidencia científica
.
En el caso de la migración mexicana a Estados Unidos, el porcentaje de mujeres repatriadas en 2017 fue de sólo 8.9 con relación al total de deportados mexicanos, pero en 2024 la cifra se elevó a 22.8. Es decir, dos de cada 10 deportados desde el país vecino a México son mujeres, reflejo del cambio de los flujos migratorios en los años recientes.
Actualmente, los flujos migratorios son mixtos: además de estar compuestos por hombres, se integran también por familias completas o por mujeres que ya no sólo migran por reunificación familiar, sino que se desplazan de manera independiente por motivos económicos, en busca de mejores ingresos que les permitan sostener a sus familias, pues muchas de ellas son jefas de hogar
, se indica en el estudio.
En tanto, en el caso de los migrantes extranjeros que transitan por México de manera indocumentada, tres de cada 10 son mujeres. Al igual que en el caso de las migrantes mexicanas, también aumentó la búsqueda de una mejor condición de vida para ellas y sus familias, sumado a los casos en los que la violencia las obliga a dejar su lugar de origen.
Durante los pasados 15 años, la migración femenina en el continente americano pasó de cerca de 19 millones, en 2010, a 27 millones, en 2024. Representa un incremento de 44.9 por ciento.
Las medidas restrictivas de contención de los flujos migratorios de algunos países como Panamá y obstáculos como la región del Darién, ha provocado que opten por transitar por lugares aún más peligrosos. De igual manera, las retenciones que aplicaron las autoridades guatemaltecas a las caravanas migrantes procedentes de Honduras provocaron una modificación en los patrones migratorios, afectación en las rutas de desplazamiento y en las condiciones de la migración
, se agrega en el documento.
Todo ello ocasionó un aumento en la vulnerabilidad de los flujos de tránsito irregular. “En estas circunstancias, las mujeres se encuentran en mayor riesgo de padecer –además de los peligros propios del tránsito– discriminación por género y por condición migratoria”.
A nivel global, la Organización de Naciones Unidas calculó que a mediados del año pasado, en el mundo había 304 millones de personas migrantes, de las cuales 48 por ciento eran a niñas y mujeres.