Un secuestro desconocido
l próximo sábado se cumplen 106 años del fallecimiento del poeta mexicano Amado Nervo, cuyo olvido en su desmemoriada patria ha sido inversamente proporcional a la fama de que gozó en vida, existencia llena de claroscuros y paradojas que la crítica especializada no supo desmenuzar por haberlos ignorado durante más de un siglo, lapso en que el prestigio literario del nayarita fue decayendo en la memoria de nuevas generaciones.
La joven francesa Ana Cecilia Dailliez, ocultada pareja sentimental de Nervo, debió dejar en París a su pequeña hija Margarita al cuidado de su madre y su hermana para seguir a su amado hasta la Ciudad de México. Transcurridos siete años, la niña por fin pudo ir a vivir a Madrid con la pareja, aunque sólo durante seis meses. Nadie había aludido a ambas mujeres y, quienes lo hicieron, mostraron un recato conmovedor a partir de un respeto mal entendido. Estudios y juicios mostraban la omisión o el abierto rechazo a un Nervo terrenal y doméstico que pudiese atentar contra la imagen mística
erigida por el propio poeta y reforzada por sus seguidores.
Al desinterés de sucesivas épocas por el hacer y quehacer femeninos en general, y por las dos mujeres más importantes en la vida de Nervo, en particular, hay que añadir la carencia de información que permitiera aproximarse a ambas, por no hablar de ese encubierto machismo intemporal que se pretende gentil. Ana Cecilia pasó del ocultamiento a la inmortalidad gracias al título del poemario La amada inmóvil y al desconsolado prólogo, en tanto que su hija Margarita Elisa pasó al anonimato, luego de ser amorosamente retenida –en el mundo no le quedaba ningún familiar– por Nervo y su numerosa parentela, casarse con un sobrino de éste y radicar en México el resto de su vida.
¿Quién fue La Amada Inmóvil y cómo fue su vida? ¿Qué le deparó el destino a la pequeña huérfana que Nervo adoptó y luego pretendió sin éxito?, son algunas de las muchas preguntas que responden las páginas de esta reveladora obra, con información confidencial de descendientes directos. Resonancias de la voz y presencia que durante una centuria les fueron negadas a tan determinantes compañías femeninas del literato mexicano, asoman por fin en las páginas de Vida, ¿nada me debes? La Amada Inmóvil y su hija, en libro impreso o electrónico, en Amazon. Se sorprenderá de lo que el amor y el desamor logran hacer.