Cambios al sistema de justicia, necesarios // Pesimistas, al abordaje // Con Zedillo prevaleció la corrupción // Estrategia de seguridad criticada
or más que se busque, es difícil hallar en el mar de tinta que día con día se publica en el país, un argumento sólido del porqué no debería cambiar en profundidad el sistema de justicia del país donde aún ahora brilla la corrupción.
Sí, las opiniones en contra del método, en todos los sentidos, han causado un shock entre quienes veían a la Suprema Corte de Justicia de la Nación el reducto impune de una pequeña porción de los habitantes del país, aislado de la justicia, pero con las leyes como juguete.
No es fácil limpiar un sistema tan agusanado. Que será peor que lo que se tiene, dicen algunos, no parece probable y esto porque la impunidad había cavado una profunda tumba para la justicia con el abuso del poder que le había conferido otro poder, que requería de la impunidad otorgada por la ley
para vender, por ejemplo, los bienes del país.
Pero lo más importante, por lo que se está en contra es que desaparecerá la impunidad. La instancia que juzgará a jueces, ministros y magistrados podrá correr o enviar a la cárcel a quienes se nieguen a hacer justicia apoyados en la interpretación de las leyes
.
Ahí es donde los ciudadanos deben poner mucha atención, ahí no puede haber fallas. Quienes ocupen el Tribunal de Disciplina Judicial deberán ser personas con probada vocación de justicia, sí, porque no se vale que estén más que versados en las leyes si la sapiencia la usan para evitar la justicia.
Saber quiénes son aquellos que vigilarán el correcto desempeño de los que impartirán justicia podrá cambiar totalmente las cosas; el país de Ernesto Zedillo, donde se valía destituir a todos los jueces para imponer a quienes obedecieran los dictados de la corrupción, donde los bienes nacionales se dejaban seducir por el dólar y la ciudadanía, los habitantes del país, no servía más que para pagar con deudas el disfrute de personajes como el propio Zedillo, ya no existe, está derrotado.
Por eso resulta de importancia toral que el tribunal se ocupe con gente que además no busque, en ningún tiempo, colarse a la filas del quehacer político, porque eso desvirtuaría el trabajo que se realice. Entonces, conocer y dar a conocer a los que hoy disputan un lugar será la información que permita poner tranquilidad al sistema judicial del país, así que ojo, mucho ojo.
De pasadita
La estrategia de seguridad que se ha puesto en marcha con el secretario Omar García Harfuch también ha sido duramente criticada, ahora se le acusa de ser contraria a las formas establecidas por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Claro, de la eficacia, ni hablar.
Así las cosas, en los seis meses de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum se le ha presionado para que se declare contraria y si se puede enemiga de López Obrador. Como esas presiones no han causado daño al gobierno, esta vez se insiste por el lado de la estrategia de seguridad que se ha empeñado en calificar, cuando menos, de diferente a la del gobierno pasado.
No estaría mal que el propio García Harfuch saliera a aclarar cómo se puede continuar una estrategia a la que no se quiere reconocer como efectiva, pero que ha dado los resultados que todos conocemos porque se han ventilado en las conferencias matutinas donde se admiten errores y se corrigen para dar mayor seguridad a la población, aunque de plano nada les acomode. Lo importante es seguir en la lucha, lo demás son, apenas, ecos de su impotencia. Ni modo.