más que construir, quieren desarticular lo ya hecho
Sus hijos desaparecieron en el sexenio de Felipe Calderón, quien en vez de ayudar para localizarlos le ofreció apoyos económicos
Luego de tantos años de ir y venir al lado de otros colectivos, doña Mari toma con desconfianza lo que dice el gobierno actual y exige que se destituya a la titular de la Comisión de Búsqueda

Domingo 11 de mayo de 2025, p. 5
La tragedia de la familia Trujillo Herrera es un ejemplo emblemático del saldo cruento de la guerra de las drogas que desató el ex presidente Felipe Calderón. Tres sexenios después, persiste la práctica de la desaparición y el encubrimiento de los perpetradores. Paradójicamente, fue el mismo ex mandatario quien puso a María Herrera bajo los reflectores.
Fue en plena reunión con decenas de víctimas en el Alcázar de Chapultepec, el 23 de junio de 2011. Al término de la desgarradora intervención de la madre buscadora, Calderón se levantó, la abrazó y la llevó aparte. Fue la noticia del día. De lo que nunca se habló fue de lo que el mandatario le manifestó en privado.
“Me dijo: ‘señora, no tiene ninguna necesidad de estar en una organización. Usted puede venir a mí cuando quiera y yo la voy a ayudar, no como presidente, sino como paisano’.”
Lo que hizo después, tras bambalinas, fue terrible
, recuerda María Herrera. Fui tan ingenua que pensé en ese momento que sí estaba en el lugar propicio, que él sí nos iba a ayudar. Fue un engaño
.
Terminando la reunión pública, una unidad de Presidencia recogió a María y la llevó con Calderón. Él, a su vez, la condujo a una salita contigua donde ya esperaba un grupo de ministros y funcionarios. Calderón les dijo. Quiero que la familia Trujillo salga de aquí con un traje a la medida. Lo primero que necesita es restaurar su economía
.
–¿Eso les dijo?
–Sí. No me estaba ofreciendo localizar a mis hijos, sino programas de apoyo, servicios de esto y de lo otro.
María se puso de pie y llamó a sus hijos: Vámonos. No venimos a esto
.
Días después, estando en su pueblo, sonó su teléfono de casa: ¿Ya no me reconoce? Soy Felipe Calderón. La invito a que venga conmigo a Acapulco. Tengo una comida y después la acompaño a buscar a su hijo
.
–Fue así como llegamos mis hijos y yo en el avión presidencial a Guerrero. Calderón le dijo al gobernador en mi presencia: quiero que ayudes a esta familia. Y quiero respuestas inmediatas. Después de eso, nunca hubo una respuesta, nunca volvieron a contestar una llamada. Al contrario, empezaron las represalias y mis hijos empezaron a ser perseguidos cada vez que iban a Guerrero.
No ve posibilidad de avanzar
Con tanta agua que ha pasado bajo el puente, María toma con mucha desconfianza lo que dice la presidenta Claudia Sheinbaum y lo que les ha prometido la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, en las reuniones con las familias de las últimas semanas. Concluye que ahí no hay una posibilidad real de avanzar.
Mi impresión es que más que construir, lo que quieren es desarticular lo que se ha hecho. Presiento que va a pasar lo mismo que pasó con los 43 jóvenes de Ayotzinapa. Hubo una conmoción nacional e internacional, y ¿qué pasó? ¿Dónde están?
–¿Es igual o distinta la respuesta que están dando ahora ante el hallazgo del rancho Izaguirre en Teuchitlán?
–Basta oír lo que están diciendo: que en ese rancho no había nada, que no era un lugar de exterminio sino de entrenamiento. Pero entre tanto ya mataron a dos compañeras buscadoras de Jalisco.
“No han respondido a dos de nuestras propuestas principales: una, es que pongan frente a la Comisión de Búsqueda a alguien en quien sí podamos confiar; alguien que conozca bien la problemática de la desaparición y los procesos de búsqueda. Y la otra: que nos quiten a esa piedra en nuestro camino”. Aclara que se refiere a la comisionada Nacional de los Derechos Humanos, Rosario Piedra Ibarra.
–¿Exactamente, qué es lo que objetan en la labor de Teresa Guadalupe Juárez frente a la CNB?
–A Tere Lupe la respeto como persona. Pero estoy segura de que no tiene la menor idea de lo que significa una búsqueda, un acompañamiento, un servicio en esta área. Es como si a mí me pusieras de licenciada… de lo que no sé nada de nada. Y el resultado fue que la pusieron ahí, le dijeron que tenía que rasurar el padrón de desaparecidos y eso fue lo que hizo.
En las reuniones con el gobierno federal los colectivos hicieron una propuesta para el cargo, Juan López Villanueva, que ha sido muy destacado en su trabajo con los colectivos de familiares (fue asesor jurídico del Centro de Derechos Humanos Fray Juan de Larios y de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila). Y fue desechada
.
Instancias internacionales
–A propósito de la intervención del Comité contra la Desaparición Forzada (CED) de la ONU en el caso del rancho Izaguirre, la presidenta de la CNDH dijo que es antipatriótico recurrir a instancias internacionales. Pero Rosario Ibarra de Piedra también acudió a la ONU en el caso del hijo desaparecido. ¿Qué opina?
–Yo lo que digo es que a la presidenta de la CNDH le falta todo lo que su madre tuvo de sobra: valor para luchar hasta el final. La señora Piedra está en su cargo porque la pusieron. Y me consta que a las madres que acuden a ella las revictimiza y rebaja. Para las familias de desaparecidos es muy importante el acompañamiento de los organismos internacionales cuando aquí los procesos judiciales no avanzan y nos niegan la justicia.
En marzo de 2018, la familia Herrera Trujillo presentó una demanda de amparo en contra del Estado mexicano por negar la competencia del CED para recibir peticiones individuales. En 2019, un juzgado les otorgó un amparo y el Senado reconoció dicha competencia en octubre de 2020. Ese proceso sigue en Ginebra.
Además, ante la falta de debida diligencia y el tiempo transcurrido desde los hechos, la familia Trujillo Herrera recurrió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. En 2022, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro asumió la representación legal de la familia Trujillo Herrera en la búsqueda de sus cuatro desaparecidos.
Por los casos de los hermanos Trujillo actualmente hay seis indagatorias abiertas a nivel estatal y federal y una averiguación previa en la Fiscalía Especializada en la Investigación de los Delitos de Desaparición Forzada de Personas, de la FGR.
En el caso de Atoyac, donde desaparecieron a Jesús Salvador y Raúl, el responsable de encubrir la desaparición es el jefe de la policía ministerial Eric Montúfar Mendoza, que encubría las actividades de los grupos criminales que asolaban la zona. Él sabe quiénes se los llevaron y a dónde. Nunca lo han molestado con una sola investigación
. Y también el comandante de la policía municipal, a quien ya asesinaron.
En el caso de los dos que desaparecieron en Veracruz, cuenta María que esos días de 2010 había pasado el huracán Karl y se había averiado un puente. Luis Armando y Gustavo se dirigían a Vega de la Torre. El tráfico lo habían desviado y topaba con un retén que operaba la policía intermunicipal Poza Rica-Tihuatlán. Ese grupo detenía a personas para entregarlas a Los Zetas. Ese día hubo muchos desaparecidos en ese tramo, además de mis hijos. Lo supimos después, encontrando a las familias que los buscaban
.
Esto de buscar, explica, no se aprende así nada mas. Nosotros empezamos yendo a las universidades. Les decíamos a los especialistas: ustedes tienen la teoría, nosotros la práctica. Enséñennos
. En ese trayecto toparon con personas que hicieron grandes aportes a la práctica de la búsqueda, como la maestra Albertina Ortega, fundadora de la especialidad de Antropología Forense de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH).
Nos dio talleres, nos enseñó a distinguir los huesitos, a diferenciar un resto animal de uno humano, a identificar posibles sitios de entierro por la apariencia de la tierra. Nos explicó que donde hay un cuerpo enterrado primero la tierra se abomba, por la humedad del proceso de descomposición. Y después se va secando, formando una hondonada con una costra. La tierra y la vegetación en esos sitios cambian de color.