El siniestro médico James Marion Sims
ames Marion Sims fue por dos siglos figura central de la medicina de Estados Unidos. Por sus méritos profesionales, sus colegas lo llamaron Padre de la Ginecología, y su fama se extendió por otros países.
Entre 1845 y 1849, Sims realizó cirugías experimentales en su hospital localizado en Montgomery, Alabama, con el fin de corregir un problema que afectaba sobre todo a mujeres esclavas: las fístulas vésico-vaginales, fruto de partos traumáticos, el trabajo esclavo, la desnutrición y la violencia sexual ejercida por hombres blancos.
Durante cinco años, Sims hizo sufrir a muchas mujeres negras esclavizadas. Les realizó cirugías experimentales sin anestesia ni consentimiento.
Los casos más conocidos de sus salvajes procedimientos quirúrgicos fueron los de Lucy, Betsy y Anarcha. Tenían 18 años. Las operó y fue un fracaso.
Finalmente, el médico logró una solución quirúrgica exitosa
en la vagina de Anarcha después de cuatro años y 29 intervenciones fallidas. Ella, junto con Betsey y Lucy, regresó con sus propietarios esclavistas.
Después de perfeccionar
su técnica quirúrgica, Sims cerró su hospital y se trasladó a Nueva York, donde lo cubrieron de elogios por doquier al grado de erigirle una estatua que colocaron en el centro de Manhattan, luego frente a la Academia de Medicina de Nueva York y finalmente en Central Park.
Gracias a las investigaciones de la activista afrodescendiente Viola Plummer se comprobó que el famoso médico era racista y esclavista. Plummer tomó de base de su investigación el libro Medical Apartheid: The Dark History of Medical Experimentation on Black Americans from Colonial Times to the Present, de la escritora afroestadunidense y especialista en bioética Harriet A. Washington, publicado en 2007.
Las movilizaciones de activistas afroestadunidenses y latinoamericanas consiguieron que la estatua del siniestro James Marion Sims fuera retirada.
El doctor en medicina y sociología Manuel Espinel detalla los trabajos de este personaje en Razón Pública, una de los mejores medios independientes de Latinoamérica.
Además, analiza la importancia económica que, para sus propietarios, tenían las esclavos con buena salud.