Jueves 10 de octubre de 2024, p. 10
Para la operación de los servicios médicos de IMSS Bienestar, más de 55 mil trabajadores ya forman parte del nuevo organismo, no obstante tropiezos administrativos, como los denunciados por empleados de la Ciudad de México que carecen de contratos pero cubren interinatos, algunos desde hace una década y quienes entre las últimas dos y 10 quincenas dejaron de recibir su salario.
Ayer hicieron una protesta frente a Palacio Nacional y luego de varias horas, cuando iban cerrar la circulación en calles del Centro Histórico, 63 obtuvieron el compromiso del director de recursos humanos, Jorge Alejandro Cruz Ortiz, de que se les pagará el 25 de este mes.
A cerca de otros 30 se les ofreció revisar sus casos de manera particular y darles una respuesta ayer mismo.
Los afectados también denunciaron que el 10 de septiembre pasado se les obligó a firmar su renuncia a partir del 31 de diciembre, supuestamente para que sean elegibles a un contrato de base en IMSS-Bienestar. Ayer, el funcionario les dijo que desconocía tal situación, lo que es raro, porque tuvo que saber y autorizar
esa medida, comentaron los inconformes.
De acuerdo con datos de estos últimos, son alrededor de 160 empleados interinos y hasta ahora han quedado fuera del programa de basificación del nuevo organismo público descentralizado, pese a que se trata de personal médico y administrativo, de enfermería, trabajadores sociales y sicólogos, entre otros, adscritos a centros de salud.
En la capital del país, la mayoría de trabajadores cuyo patrón ya es IMSS-Bienestar son un poco más de seis mil. Entre ellos, los que estaban contratados en el programa Galeno Salud con supuestas plazas de base, pero sin seguridad social. Tenían acceso al servicio médico del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), pero no a las prestaciones de otros 20 seguros que ofrece el organismo. Tampoco tenían derecho a formar parte de algún sindicato.
Al personal con categoría de precario
del área médica que fue contratado por el Seguro Popular a partir de los gobiernos de Vicente Fox y los subsecuentes, e incluso por el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), se le otorgaron plazas de base. Renovaban sus contratos cada seis meses y carecían de las prestaciones de ley.
Todos estos trabajadores obtuvieron beneficios de incremento salarial y prestaciones, principalmente seguridad social y las denominadas condiciones generales de trabajo.
Los que ocupan plazas federales (de la Secretaría de Salud) y están afiliados al sindicato nacional de esta dependencia también fueron transferidos a IMSS-Bienestar sin modificaciones a sus condiciones laborales y económicas, las cuales son más altas que las ofrecidas por el nuevo organismo público descentralizado.
Está pendiente la transición administrativa (en la nómina) de las personas con plazas del gobierno capitalino afiliados al Sindicato Único de Trabajadores de la Ciudad de México, quienes también perciben ingresos más altos con respecto al tabulador del instituto.
Éstos comentaron el riesgo de que en un futuro se reduzcan sus salarios y prestaciones, ya que el decreto de creación de IMSS-Bienestar señala que las percepciones se respetarán mientras haya presupuesto. Con la finalidad de plantear ésta y otras demandas, la Asamblea Nacional de Trabajadores de la Salud organiza una protesta nacional
en las oficinas del instituto para el 15 de este mes.