el rock del pueblo vive

Lunes 9 de septiembre de 2024, p. 7
Con su canto de rebeldía y libertad
que ha propagado por el mundo, Carlos Vives armó un gran y colorido festejo con vallenato y cumbia en el Auditorio Nacional, donde se desarrolló una alegre celebración por la vida, la música, la identidad, el folclor y las raíces.
En su gira El rock de mi pueblo vive, el astro de la música de Colombia se presentó la noche del sábado en ese recinto luego de que el año pasado también festejó tres décadas de trayectoria. El cantante y compositor continúa llevando su voz y enarbolando la bandera de su tierra en una gira que rinde homenaje al movimiento que gestó en los años 90, con el que lideró a una nueva generación de artistas, apostando a la música local y sonidos de la colombianidad enmarcados en el colombian pop
.
Antes de comenzar, se escuchó: El concierto está hecho con músicos en vivo, sin inteligencia artificial y con impresionantes efectos especiales
. Enseguida, Carlos Vives tomó el escenario con ocho instrumentistas y tres coristas, para comenzar con La gota fría. A partir de ese tema, los fanes se levantaron de sus asientos y comenzó un baile interminable.
Los juegos lumínicos y proyecciones hicieron lucir una presentación que ya con la música había atrapado miles de conciencias que se olvidaron de su cotidianidad y se sumergieron en el arte del 18 veces ganador del Grammy latino, dos del Grammy y nombrado Persona del Año 2024 por la academia latina.
Territorio colombiano
Luego de Con ella es mi fiesta, Vives dijo: Tengo la oportunidad de regresar ahora que cumplimos 30 años de haber llegado por primera vez a México; estar con ustedes esta noche será inolvidable
. Siguió con Déjame entrar y La bicicleta, y de nuevo la energía se desbordó; muchos asistentes usaron coronas con luces multicolores sobre la cabeza y sombreros. Mientras quienes estuvieron en las primeras filas se acercaban al escenario para captar una selfi con el intérprete, que expresó su felicidad y lució sus mejores pasos de baile durante todo el concierto: ¡Bienvenidos a territorio colombiano!
, dijo.
Los temas Canción bonita, Nota de amor, Rosa, La piragua y Pa’ Mayte, fueron el deleite de los asistentes que escucharon fusiones de ritmos, además del acordeón y la armónica, que Vives tomó en varias ocasiones entre sus manos.
Por momentos, el ambiente se transformó en reflexiones del cantante sobre lo aprendido con su padre y sus amigos, quienes le enseñaron de música, así como del medio ambiente y de la fundación Tras La Perla, la cual creó y promueve un desarrollo sostenible y su ecosistema. A Vives también se le ha reconocido por su labor en pro de la infancia a través de la escuela de música Río Grande, así como de impulsar nuevos talentos.
Queen y vallenato
Hace tres décadas, mencionó el cantante, que comprendió que ante la modernidad no se trata de nadar contracorriente, sino a favor de la nuestra, que es un canto de rebeldía, una moda que reveló contra las modas; la música se niega a perder su esencia, es un grito de libertad para entender lo que somos, yo lo llamé simplemente el rock de mi pueblo
.
Carlos Vives recordó la música del mexicano Álex Lora y de su majestad Queen para adaptar por un momento el coro de We Will Rock You a Vi-vaaaa el va-lleee-na-tooo
. Se escucharon La Cañaguatera, El cantor de Fonseca, Carito, Cumbiana, Volví a nacer y La tierra del olvido.
Hacia el final del concierto, antes de La chancleta y Robarte un beso, Vives también rindió tributo a México y cantó a todo pulmón la inolvidable y sentida ranchera Para morir iguales, de José Alfredo Jiménez.
Vives, quien se ha convertido en embajador de la cultura colombiana e hispanoamericana, también llegó con su gira a Monterrey, Mérida, Guadalajara y Puebla. Además, suma más de 10 mil millones de reproducciones en plataformas digitales y 20 millones de álbumes vendidos, así como infinidad de éxitos como La gota fría, Pa’ Mayte, La tierra del olvido, Fruta fresca y Volví a nacer.