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Con ironía, Alfredo Serrano mezcla dos ámbitos excitantes: futbol y elecciones

En El gol que me falta busca retratar el enloquecido mundo de las campañas electorales

 
Periódico La Jornada
Lunes 27 de mayo de 2024, p. 5

En El gol que me falta, novela con la que el economista y asesor político español Alfredo Serrano Mancilla debuta en ese género literario, el futbol salta de las canchas a la política para, en palabras del autor, retratar con ironía el enloquecido mundo de las campañas electorales, en el que reinan las intrigas, las situaciones surrealistas, las envidias, los bajos instintos y mezquindades varias.

En su opinión, la política en época de elecciones se transforma; es otra cosa. La exageración está siempre a la vuelta de la esquina, y el nerviosismo, también. Es siempre un tiempo distinto, en el que todo el mundo pretende jugar un papel decisivo.

Publicada por Editorial Galerna, de Argentina, donde reside el investigador y académico, esta obra juega con la posibilidad de que el mejor futbolista del mundo y de la historia sea el próximo presidente de esa nación sudamericana.

Esta novela llega a la vida del también director ejecutivo del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) como un paso natural después de su anterior libro, Evo, operación rescate (Penguin Random House).

En ese texto, el autor relata “una historia real que tiene mucho de thriller”, de la que él fue testigo de primera línea y, a la vez, protagonista, relacionada con la compleja trama político-diplomática que se puso en marcha para poner a salvo a Evo Morales y a su vicepresidente, Álvaro García, tras el golpe de Estado en Bolivia en octubre de 2019.

Era una historia real que, si no se lo avisaba al lector, podría pensar que era ficción. Ahí se me abrió el apetito por probar la literatura más en formato de intriga. Fue una pulsión que luego hizo clic con algo que, creo, nos pasa a quienes nos dedicamos al análisis político y económico durante mucho tiempo, que es la necesidad de escribir de forma más libre, sin atavismos, explica.

A su decir, la literatura es una gran herramienta para afrontar la autocensura y escapar de ella: “Al hablar de forma pública, uno siempre se muerde la lengua y tamiza mucho lo que dice, lo suaviza, peca de ser excesivamente prudente, por responsabilidad o porque cree que es necesario. En mi caso, tengo un programa de radio y, a veces, escribo textos de opinión o análisis.

Consideré que la ficción y la literatura eran ideales para salir de esa autocensura. También, soy lector empedernido de Andrea Camilleri, el italiano que hace mucho ese tipo de novela negra política, igual que Manuel Vázquez Montalbán, y consideré que el campo electoral también es muy fértil para hacer intriga, porque además tiene un desenlace, que es el día de los resultados electorales.

A lo anterior, se aunó su interés por hablar de lo que acontecía en la Argentina del contexto político previo a la elección presidencial del año pasado, cuya primera vuelta tuvo lugar en octubre y la segunda, en noviembre, y de la que salió victorioso Javier Milei.

Argentina se ha quedado corta en la ficción

La citada novela, definida por Serrano como una historia de ficción que podría ser real, fue escrita entre finales de 2021 y mediados de 2023; es decir, antes del triunfo en los comicios del líder de la coalición La Libertad Avanza.

No sabíamos qué iba a pasar si él ganaba, pero sabíamos que estaba pasando algo, y es que había una crisis de representatividad política muy fuerte en Argentina; creía necesario hablar de unas elecciones que estaban a la vista en una sociedad que tenía ya padecimientos, con una crisis de la clase política muy fuerte que no representaba la cotidianidad de la sociedad. Por todo eso, me dieron muchas ganas de probar con la literatura, no sin temor y nervios.

Tras contar que disfrutó mucho el proceso de escritura de esa obra, porque era como ir a terapia y decir lo que no se atreve de la intimidad de una campaña electoral –he tenido la suerte, en América Latina, de estar cerca de candidatos y candidatas presidenciales–, el escritor nacido en Sevilla en 1975 destaca que, a la luz de lo ocurrido en los pasados comicios argentinos, su libro se ha quedado corto en ficción respecto de la realidad.

Nunca se le hubiera ocurrido, por ejemplo, que el candidato a presidente hubiera hecho campaña con una motosierra gritando: ¡no hay plata!, y que parte de la sociedad gritara lo mismo y lo festejara, acepta.