Capital
Ver día anteriorDomingo 26 de mayo de 2024Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
De la otra ciudad

Medio siglo de calzar a personas exigentes

El zapato artesanal que busca competir contra el de China y el clonado

La pasión que los integrantes de la cooperativa ponen a sus creaciones es la mejor garantía de sus productos

Foto
▲ En el corazón de la colonia Morelos, estos artesanos siguen la tradición de cinco décadas de fabricar zapatos con gran calidad por la que sus clientes los prefieren.Foto Roberto García
Foto
▲ En el corazón de la colonia Morelos, estos artesanos siguen la tradición de cinco décadas de fabricar zapatos con gran calidad por la que sus clientes los prefieren.Foto Roberto García
Foto
▲ En el corazón de la colonia Morelos, estos artesanos siguen la tradición de cinco décadas de fabricar zapatos con gran calidad por la que sus clientes los prefieren.Foto Roberto García
 
Periódico La Jornada
Domingo 26 de mayo de 2024, p. 25

La dedicación, paciencia y el apego al oficio de zapatero han logrado que Juan Carlos Figueroa mantenga en operación su pequeño taller, enclavado en la zona de la colonia Morelos, donde se dedica desde hace casi cinco décadas a la confección de calzado artesanal para mujeres y niñas, con varios diseños y colores en balerinas, botas y botines que ofrece por medio de una plataforma de Internet y en el mercado de Granaditas.

El año pasado, decidió formar parte del programa de economía social de la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo de la Ciudad de México, por lo que constituyó la cooperativa Calzado Octavia Fashini.

Las ventas por la red y a los clientes de Figueroa que venden en tianguis permiten que el calzado de la cooperativa llegue a los estados de Tlaxcala, Sonora, Baja California y Guanajuato, de esta última entidad adquiere los materiales en piel y otros de tipo sintético para fabricar sus productos.

Sus manos, creatividad, una cuchilla para cortar a pulso, al menos 16 piezas de los moldes con las que se conforma un par, unas pinzas para montar las piezas y la pasión por hacer el zapato, han logrado que se mantenga vigente en el mercado, a pesar del calzado proveniente de China, particularmente el clonado.

Señala que la calidad de sus productos artesanales no es superada por los artículos chinos industrializados, que en menos de 20 días –según le han dicho algunas clientas–, ya se rompió, descosió o se deformó, mientras los que él y sus colaboradores, entre ellos Rogelio Huerta, elaboran han llegado después de un uso rudo hasta los puestos de los chachareros, hasta el último momento.

Ahora sí que hasta el chacharero lo está vendiendo. Mi zapato sirvió, hay que ver hasta dónde llegó, hasta con un chacharero que te vende lo último. Entonces, da gusto; he visto gente en la calle que usa el calzado, cuando lo ves lo sabes, reconoces tu producto.

Foto
▲ En el corazón de la colonia Morelos, estos artesanos siguen la tradición de cinco décadas de fabricar zapatos con gran calidad por la que sus clientes los prefieren.Foto Roberto García

Es complicado seguir el ritmo al industrial

Sin embargo, don Juan asegura que difícilmente puede competir con el calzado chino que llega en grandes cantidades y a costos menores que los de la cooperativa Calzado Octavia Fashini.

Comentó que el primer apoyo que recibió al constituirse como cooperativa fue de 80 mil pesos, que se destinaron a la compra de una entaconadora, pegadora de suela y parrilla, así como materia prima, lo que ha permitido reducir el tiempo para tener listos los pares que para mujeres comercializan desde el número 22 hasta el 28, además de que realizan calzado en modelo y talla especiales que soliciten los clientes.

La meta para Figueroa, quien se dedica al calzado artesanal porque un amigo de la infancia le enseñó, es regresar al crecimiento de su producción y venta de 400 pares a la semana, que se redujo a un promedio de 100 después de la emergencia sanitaria, además de que las personas optaron por alejarse del calzado formal y preferir el tenis.

Mientras corta plantillas para botas amarillas que ofrece en la plataforma digital, señala que por el momento es lo más vendido por la euforia del programa de entretenimiento para niños Bely y Beto, por lo que el taller mantiene mucha línea de modelaje con diseños, así que nos hemos venido renovando; tenemos la balerina, mocasines, calzado con tacón o sin tacón, botas para niña a las que colocamos luces led en la suela o sin ellas, alpargatas y zapato escolar.

En medio del ruido de la máquina de coser, de la parrilla y la pegadora de suela, dice que el oficio de ser zapatero a pesar de las adversidades en lo personal me encanta, es mi pasión hacer zapato, buscar el detalle, detallar tu producto y ponerle ese toque es lo que me motiva, para mi es apasionante.