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La literatura de terror moderna se basa en miedos compartidos, apunta Mariana Enríquez

La escritora participó en el último día de la Fiesta del Libro y la Rosa, la cual registró 53 mil visitantes

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▲ Hoy, la autora de Alguien camina sobre tu tumba charlará con estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades plantel Sur.Foto Marco Peláez
 
Periódico La Jornada
Lunes 22 de abril de 2024, p. 4

La literatura de terror moderna se basa en el miedo colectivo, que se empieza a entender así desde Carrie, de Stephen King, novela que este año cumple medio siglo, sostuvo la escritora argentina Mariana Enríquez.

La autora indicó que todos los escritores contemporáneos que conozco y leo están en mayor o menor medida en la línea comunitaria; matizó que aunque su trabajo no se inscribe totalmente en este tenor, “me gusta mucho el body horror; entonces, trabajo mucho con el cuerpo. Eso puede ser un miedo compartido”.

Enríquez charló con medios este domingo, el último día de la Fiesta del Libro y la Rosa 2024, que hasta la tarde de ayer tuvo una asistencia de 53 mil personas. Centenares de admiradores asistieron a una conferencia que impartió la también periodista en la feria organizada por la Universidad Nacional Autónoma de México.

Este lunes, la novelista conversará con estudiantes en el plantel Sur del Colegio de Ciencias y Humanidades, a las 11 horas.

Mariana Enríquez mencionó que la literatura de terror actual puede “tomar leyendas urbanas, que son relatos orales que circulan, mitologías y relatos populares que tampoco tienen autor y son comunitarios. Ese es también nuestro material a falta de una tradición literaria más clara, porque una cosa es que haya ejemplos, otra cosa es una tradición.

Añadió que ella emplea incluso “creepypastas (historias cortas de terror compartidas a través de Internet) que me dan miedo, o pódcast. Me gustan mucho los programas donde el oyente llama y cuenta, porque el terror, como el humor, es uno de los pocos géneros que no necesita tanto. Basta que uno esté más o menos tranquilo en su casa y se ponga un pódcast o la radio y haya una persona que esté contando una historia y eso da más miedo”.

Aunque la narración de terror es muy arcaico, muy anacrónico, es de los cuentos que hoy con la fragmentación de relatos todavía se sostiene como tal y mantiene tu atención. Uno puede estar 15 o 20 minutos escuchando eso. Son cosas que circulan y terminan siendo comunitarias. El terror es algo muy compartido.

Más cerca de Stephen King que de Bolaño

La novelista refirió que le gusta trabajar un horror con una base muy realista de miedo, que después puede representarse con sucesos sobrenaturales, que también pueden ser violentos. Me interesa en particular el conflicto que tenemos no sólo en América Latina, sino en todas partes: la necesaria indiferencia y hasta crueldad cotidiana o falta de solidaridad, y en algunos casos he identificado la paranoia.

Enríquez dijo que como el terror es un género que habla de la otredad, del monstruo, de a quién consideramos monstruo, en nuestras sociedades constituimos mucho en ese ser a las personas que están en situación de vulnerabilidad.

Sostuvo que en todas las sociedades, desarrolladas o no, sobre todo desde la pandemia, se consolidó una idea muy refractaria hacia la muerte. En la mentalidad, la gente sólo fallecía de covid y no de otras enfermedades, pero empezamos a contar muertos y a incorporar un léxico muy rápido; eso también nos dejó un poco locos.

Contó que se siente más influenciada por Stephen King que por Roberto Bolaño, pero éste representa muy bien “el continente donde nací, vivo y con el que me identifico. En cambio, Gabriel García Márquez es el mundo de mis padres y su generación, una generación diezmada. Las nuestras también fueron diezmadas, pero por otros males como el narco, las drogas y el exilio económico, etcétera”.

Concluyó que ella siempre ha contemplado pensar la literatura como algo más que un libro y siempre me relacioné así con ella, o sea, menos claustro. En este momento estoy escribiendo dos novelas al mismo tiempo. No quiero dejar lo demás de lado, sino buscar variantes.