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Mercados externos y campañas
E

ste primero de marzo se inician formalmente las campañas para los diversos cargos en disputa. Junto con los claros diferenciales en las preferencias electorales de los ciudadanos, se ha desatado una intensa campaña contra la Presidencia, buscando modificar la percepción sobre este gobierno y particularmente sobre su figura central: AMLO.

La campaña se ha concentrado en un hashtag que se ha difundido, pero en las redes el tema se amplía: se repite la crítica a la situación actual, al supuestamente lamentable estado de las cosas en el país.

En realidad, el examen de la situación económica actual desde cualquier punto de vista que se utilice revela que hay una percepción favorable a que en el país la economía está bien. Un punto de vista importante es el de los actores externos, los acreedores, los que compran emisiones de deuda mexicana en los diferentes mercados reconocidos, han aprobado a la economía mexicana y a su gobierno. Esta aprobación no está sujeta a interpretación.

Un primer actor relevante son los intermediarios financieros internacionales, que son quienes adquieren los títulos de deuda que emite el gobierno mexicano y se ofrecen en los mercados específicos. Un elemento de prueba irrefutable es la colocación de deuda en dólares de principios de año que fue exitosa, tanto en términos de tasa como de montos.

Un segundo grupo de actores son las diversas calificadoras, que son un oligopolio evidentemente interesado y con un punto de vista frecuentemente parcial y que responden a los requerimientos de sus clientes: los inversionistas institucionales, que demandan una opinión fundamentada sobre la posibilidad de que las diversas emisiones tengan algún riesgo de incumplimiento. Frente a esto, el oligopolio calificador ha mantenido una opinión favorable sobre la deuda gubernamental. Hay, por supuesto, calificaciones particulares, como la de Pemex, que son claramente discutibles, pero la imagen general es que no ha habido deterioro de nuestra posición crediticia. Por el contrario, la situación fiscal se estima estable.

Un tercer actor extranjero importante es el que se conoce a través de la inversión, tanto directa como de portafolio. En el primer caso, en 2023 el monto de la inversión extranjera directa fue de 36 mil 58 millones de dólares, la cifra más alta desde que se tiene registro. Es obvio que todas las empresas que decidieron invertir en el país están aprovechando las ventajas competitivas que existen con el TMEC. Pero también es claro que su decisión expresa la convicción de que las plantas que abran en el país funcionarán normalmente y que no hay riesgos importantes. La inversión en cartera en este 2023 también se incrementó significativamente.

Un cuarto elemento es el turismo. Se trata de una fuente de ingresos que no incorpora valoración sobre la situación económica general del país, pero que dada la apreciación del peso frente al dólar, que encarece relativamente el país a los extranjeros, su importante registro de 31 mil 169 millones de dólares da cuenta de que el turismo se recuperó a sus niveles regulares. Y habla de una evaluación internacional favorable de la situación general del país.

El quinto elemento de este repaso de las cuentas externas es el comercio internacional: exportaciones e importaciones. Las exportaciones fueron de 593 mil 11 millones de dólares, 2.64 por ciento mayores que las de un año antes. Las importaciones se redujeron uno por ciento, al pasar de 604 mil 614 millones en 2022 a 598 mil 475 millones en 2023. Consecuentemente el saldo de la balanza comercial se redujo sustancialmente: de un déficit de 26 mil 879 millones de dólares a 5 mil 464 millones. Este conjunto de elementos, que muestran un país funcionando con un ambiente normal, explica la apreciación del peso. La cotización cerró el 31 de diciembre en 16.95 pesos por dólar y cerrará febrero en 16.55. Esta fortaleza tiene razones claras, que no se modificarán con las campañas, aunque se utilicen métodos ajenos a las buenas prácticas democráticas.

Un elemento que hay que añadir son las remesas. En 2023 nuestros compatriotas enviaron a sus familias 63 mil 286 millones de dólares, un registro 75 por ciento mayor al de la inversión extranjera. Por supuesto las remesas dan cuenta de que en el país no se tuvo la capacidad de retener productivamente a esta fuerza de trabajo. Pero también da cuenta de que los compatriotas envían recursos que efectivamente llegan a sus familias, con costos razonables en términos internacionales.

Así que la campaña electoral de 2024 empieza con mucho ruido. Ruido explicable por las innegables diferencias de opinión entre las distintas fuerzas políticas de oposición y los partidarios del gobierno de las 4T. Pero en lo que no hay diferencias es en la opinión de los mercados externos: todos los actores relevantes han expresado su opinión sobre el gobierno mexicano y sobre la situación económica general y es aprobatoria. Así que los mercados externos ya votaron.