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Presentan Incidentes melódicos en el Museo Nacional de la Estampa

La carpeta de Patricia Soriano contiene cuatro litografías inspiradas en la obra de Leopoldo Méndez

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El zoomorfo amor (2013), pieza de Patricia Soriano incluida en Cuerpo diverso animal, exposición que permanecerá abierta hasta el 3 de marzo en el Munae.Foto cortesía de la artista
 
Periódico La Jornada
Jueves 29 de febrero de 2024, p. 2

Patricia Soriano realiza un homenaje al grabador Leopoldo Méndez (1902-1969) en Cuerpo diverso animal, exposición retrospectiva de la artista que cuenta con 83 piezas montadas en el Museo Nacional de la Estampa (Munae).

Para la muestra, Soriano, con 39 años de trayectoria, produjo cuatro litografías que conforman la carpeta Incidentes melódicos, que parten de un material gráfico que Méndez realizó para una publicación del poeta José Juan Tablada. La carpeta, que incluye un texto de Hermann Bellinghausen, se presentó ayer en el Munae.

La exhibición también incluye obras en aguafuerte, punta seca, técnica mixta, xilografía, huecograbado y dibujo. El vestíbulo del museo alberga un gran dibujo de muro que evoca la colección Magicuentos, es decir, los libros infantiles de los años 80.

Su fascinación por la obra del fundador del Taller de Gráfica Popular tiene que ver con “este carácter crítico, subversivo, de época; por otro lado, me encanta el artificio exquisito de su trabajo. Me identifico más con la obra que tiene zoología y fábulas, por eso decidí hacer un homenaje a Méndez en la carpeta Incidentes melódicos, así como dos xilografías que son parte de la serie en proceso Las muertas. Son visiones denotativas de denuncia, repudio y tienen que ver con la situación de feminicidios masivos que vivimos actualmente”.

De acuerdo con Soriano, el carácter de denuncia en la obra de Méndez se ha perdido en el arte actual: “Los logros obtenidos en la gráfica en los años 70 no han tenido una resonancia merecida a comparación de otras latitudes como Chile, Colombia y Europa, donde sigue ocupando espacios urbanos efímeros y genera obra de muro, de grafiti, de esténcil, con una tremenda calidad estética y poética, en la que el carácter subversivo permea denuncias que devienen de una dictadura o de un movimiento, como en el País Vasco.

Para mí esta nutrición ha sido debilitada por la necesidad de posicionar a la gráfica en un mercado más atractivo. A diferencia de otras latitudes, México requiere mayor apoyo para que los grabados de gran calidad prosperen y tengan mercado. Es un apoyo que “obviamente tendría que venir de las estructuras que promueven la cultura del país. Incluso desde las instituciones encargadas de inducir los talentos hacia los oficios, es decir, la educación prescolar y secundaria.

Los primeros niveles de formación educativa deberían sensibilizar al niño, al adolescente y al público en general para que tenga más contacto con el grabado porque, por fortuna, México cuenta con una gran riqueza de autores grabadores y de talleres de gran calidad. Insisto, no hay proyección más justa para revalidar esto.

Docente de la Facultad de Artes y Diseño de la Universidad Nacional Autónoma de México, Soriano sostiene que las escuelas muchas veces no fomentan en el alumno el valor del grabado y más bien se demerita como si fuera un arte menor.

A Soriano tal vez se le conoce más como pintora que como grabadora. Por fortuna, “tengo un apetito energético muy neurótico, quisiera comerme el mundo. Esta selección de 83 piezas es parte de una vasta producción en grabado que desarrollé desde mis años formativos a mediados de los 80.

Hay dibujos de gran formato desde principios de los 90 que abordan un lenguaje expresionista, visceral, catártico, cargado de una fantasía de una mujer joven que critica y potencia posturas con relación a las órdenes de convivencia con la pareja, la familia, los estados anímicos del ser humano, el perro, la literatura, la muerte. Siempre les permea un paradigma de homenaje, a José Guadalupe Posada o Francisco Goya, por ejemplo. En 1996, por la obra Que viene el coco Soriano recibió la Medalla Goya en la décima Bienal Iberoamericana de Arte que se efectuó en el Palacio de Bellas Artes.

Nacida en la colonia Xocoyahualco, en Tlalnepantla, estado de México, desde los cinco años Soriano decidió ser artista y le enorgullece nunca haber hecho concesiones a un mercado. O sea, soy la mayor coleccionista de mi obra, en la que verás de todo: muertas, Malinches, mujeres que producen hijos como muñecas, que lavan y tienden en el tendedero. Así me la paso bomba.

La exposición Cuerpo diverso animal, Patricia Soriano permanecerá abierta hasta el 3 de marzo en el Museo Nacional de la Estampa (avenida Hidalgo 39, Plaza de la Santa Veracruz, Centro Histórico de la Ciudad de México).