Opinión
Ver día anteriorViernes 17 de noviembre de 2023Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Economía moral

Historia de mi vocación, 42ª entrega // Antropología Filosófica Marxista (AFM) y Perfeccionismo (PF) (3ª parte)

M

arx entendía por esencia humana (EH) aquellas características de la existencia histórica real de la humanidad que permiten comprender la historia como proceso continuo y unificado que tiene una tendencia al desarrollo. La universalidad del hombre y la libertad marcan la dirección general del progreso histórico. Esta concepción de la historia presupone la afirmación de las N radicales (NR) y de los valores (V) que emergen de ellas. El concepto de EH articula estos V e indica las condiciones para su realización. La historia es el proceso de autocreación humana, en el que los SH se forman y se transforman a sí mismos a través de su AV vital, el trabajo. La unidad real de la especie humana sólo puede ser comprendida como unidad interna y continuidad del proceso de la historia humana. El portador o sujeto de la EH no es el individuo, sino la sociedad humana en la continuidad de su desarrollo socio-histórico, que aparece como progreso tecnológico y antropológico: como continua ampliación-profundización de la gama de CyN, formas de intercambio y conocimientos. Desde el punto de vista del todo social, la historia se despliega como proceso de progresiva universalización y liberación del SH. Pero este proceso no ha significado el surgimiento de individuos cada vez más universales y libres. Desde el punto de vista individual, no existe un criterio unificado para comprender la historia como evolución. La universalización de la humanidad puede realizarse a través de la diversificación y extensión de las relaciones entre individuos abstractos y unidimensionales. De este modo, la AFM se relaciona estrechamente con la teoría de la alienación de Marx. La fuerza productiva multiplicada que surge a través de la cooperación de los individuos, se les aparece como fuerza externa extraña, fuera de su control. En la alienación, la discrepancia entre el desarrollo individual y el social se produce necesariamente. La alienación es esta discrepancia, la separación entre progreso histórico y desarrollo de los individuos, por la que los aspectos autoformativos y creativos de la AV humana aparecen sólo en el todo social, pero no en el individuo. La alienación no es otra cosa que la separación y oposición de la esencia y la existencia humanas. El concepto de EH es una abstracción filosófica que define los aspectos y características básicas de la tendencia general del proceso histórico total. La EH es una abstracción que caracteriza el proceso de desarrollo histórico de las sucesivas generaciones de individuos considerados en su totalidad y desde la perspectiva de una transformación radical-revolucionaria de su situación actual. Esta abstracción hace posible la elucidación clara e inequívoca de los conceptos de continuidad histórica y progreso. La concepción marxista del progreso, a diferencia de sus interpretaciones vulgares, no establece el desarrollo de las fuerzas productivas (en sentido técnico) como único y exclusivo criterio del avance histórico. Lo que sirve sobre todo como medida del progreso histórico para Marx es la medida en que se crean las condiciones objetivas que hacen posible el desarrollo rápido y desinhibido de las fuerzas esenciales humanas (FEH), las necesidades (N) y capacidades (C), y en conexión con ellas el despliegue de la individualidad libre multidimensional, la medida en que la EH evoluciona y se hace realizable en la existencia individual. Sólo así es posible ver las épocas particulares y los fenómenos individuales de la historia desde un punto de vista axiológico válido, no de acuerdo con una escala de valores trascendente, sino a través de una caracterización objetiva, históricamente inmanente y al mismo tiempo universal del desarrollo humano.

Habiendo expuesto las ideas centrales de Perfectionism de Thomas Hurka (TH) y las ideas centrales de la AFM en las dos entregas anteriores y en la primera parte de ésta, confrontemos ambos textos y sus autores. TH identifica el concepto de naturaleza humana (NH) como sinónimo de EH, concepto central de Marx-Márkus. TH dice que para desarrollar el mejor o más defendible PF, necesitamos el mejor concepto de NH y para estar seguros debemos aplicar dos pruebas: 1) Nuestra descripción inicial de PF debe tener atractivo moral y la especificación de su concepto central debe conservar ese atractivo. 2) El desarrollo de las propiedades identificadas debe parecer moralmente valioso. Dada la cercanía de los términos NH y EH, podemos aplicar estas pruebas a la MPhA. El esbozo de AFM muestra que su descripción inicial como enfoque perfeccionista (PF), tiene atractivo moral, ya que de él se han derivado consecuencias morales centrales. Las propiedades identificadas también parecen moralmente valiosas y su desarrollo central para el SH. Un ejemplo dado por TH de propiedades no valiosas es provocar incendios, despojar el medioambiente, matar por diversión. Desarrollar el trabajo como una actividad (AV) mediada, la sociabilidad, la conciencia y la libertad parecen ser buenas para el SH. Así que la AFM pasa estas dos pruebas. TH sostiene que las propiedades identificadas como parte de la EH deben ser propiedades de seres vivos, como son las identificadas por la AFM. Además, la AFM está de acuerdo con el PF de TH en incluir lo que las personas deben perseguir independientemente de si lo desean o de cualquier placer que ello pueda conllevar. La teoría moral (TM) de la AFM consiste en que debemos desarrollar, porque es bueno, las FEH y que este desarrollo constituye el bien objetivo más importante, lo desee o no el individuo, conlleve o no placer. La AFM está muy lejos del hedonismo, pero está más cerca del eudaimonismo, que se refiere al placer sentido al aplicar las C. Para Márkus el rápido desarrollo de las FEH conduce a la posibilidad de desplegar la individualidad libre multidimensional, haciendo posible la realización de la EH en la existencia individual. He identificado una posible ambigüedad en la AFM: la EH se define como AV mediada por el trabajo, el carácter social del SH, la conciencia, la universalidad y la libertad; pero al definir el progreso histórico el objeto de desarrollo postulado son las FEH, aunque el propósito final de este desarrollo sea la realización de la EH en la existencia individual. Estos dos propósitos aparentemente separados (la realización de la EH y el desarrollo de las FEH) se entrelazan, especialmente en el trabajo, visto como AV vital mediada, que se realiza para satisfacer N, subsistir y reproducirse, aplicando C previamente desarrolladas, y desarrollándolas más. La vida es esencialmente AV y el trabajo es la AV vital del SH. Así que podemos decir que la vida es esencialmente trabajo. El trabajo es siempre una AV social, consciente, intencional y mediada (los hombres trabajan unos para otros y utilizando medios heredados de generaciones anteriores): el producto se produce primero en las mentes humanas antes de producirlo físicamente, y las tareas específicas están determinadas por el propósito. Así, el trabajo se embrolla con la sociabilidad, la conciencia y podríamos añadir la prospectiva (mirar al futuro). Por lo tanto, el desarrollo de las N (los motivos del trabajo) y de las C requeridas para producir los resultados finales buscados que satisfagan esas N, muestran que los dos conjuntos de conceptos están totalmente embrollados en el trabajo. Concluyo que la AFM y la Teoría Marxista de la Alienación son coherentes con la evidencia empírica histórica.