Londres. Los reguladores mundiales vigilaron este viernes el impacto de un ataque de chantaje informático contra el Banco Industrial y Comercial de China (ICBC), el mayor del país, mientras los operadores consideraban cómo podría afectar a las operaciones en el vital mercado de bonos del Tesoro de Estados Unidos.

La filial estadunidense del ICBC sufrió el jueves el más reciente de una serie de ataques de chantaje informático, que este año han afectado a empresas de todo el mundo.

El Ministerio de Asuntos Exteriores chino aseguró el viernes que la actividad sigue siendo normal en la sede central, las sucursales y las filiales de ICBC en todo el mundo. El ministerio intentó minimizar el impacto del riesgo y las pérdidas tras el ataque, que varios expertos atribuyeron al grupo de piratas informáticos Lockbit.

Sí, lo confirmamos, dijo el viernes un representante de Lockbit, sin dar más detalles, en respuesta a una petición de comentarios.

El programa maligno de chantaje Lockbit, visto por primera vez en foros de ciberdelincuencia en enero de 2020, es el más desplegado en todo el mundo y ha afectado a mil 700 organizaciones estadunidenses, según la Agencia de Ciberseguridad y Seguridad de Infraestructuras de Estados Unidos.

En Estados Unidos, la Autoridad Reguladora de la Industria Financiera anunció que está supervisando cualquier impacto en empresas y clientes y que colabora estrechamente con otros reguladores.

Algunos agentes en el mercado dijeron que las operaciones realizadas a través del ICBC no se liquidaron debido al incidente y que la liquidez del mercado se había visto afectada. No estaba claro si esto había contribuido al débil resultado de la subasta de bonos a 30 años celebrada el jueves. A los inversores y operadores les resultó difícil evaluar cuánto impactó en el mercado, cuando los mercados de bonos estaban cayendo después de los comentarios del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell sobre la posibilidad de incrementar las tasas de interés.

La Autoridad de Conducta Financiera británica precisó que estaba comunicándose con las autoridades y empresas pertinentes de Estados Unidos y Reino Unido para identificar cualquier impacto.