La caída en los ingresos públicos por la venta de petróleo y la apreciación del peso mexicano han anquilosado la recuperación del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), el principal mecanismo para compensar faltantes en el gasto, que esta administración ocupó en 2019 y 2020, en el marco de la recesión por la pandemia de coronavirus.

Los temores sobre el crecimiento económico mundial están adquiriendo mayor protagonismo entre los inversionistas, de ahí que el dólar se fortaleció y los precios del petróleo retrocedieron. Pese a la fuerza del dólar, el peso mexicano recuperó terreno, tras mantenerse presionado en gran parte de la sesión.

Las Tandas para el Bienestar bajo el resguardo de la Secretaría de Bienestar se desplegaron entre expedientes incompletos o prácticamente inexistentes, beneficiarios que no cumplían con los requisitos o que no acreditaron el pago de los primeros apoyos sociales para acceder a un mayor monto y la falta de transparencia en los beneficiarios, evidenció la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

Los proyectos prioritarios de esta administración absorberán un billón 506 mil 415 millones de pesos, si se ejerce el Presupuesto de Egresos de la Federación del próximo año de acuerdo con lo propuesto por el Ejecutivo. Sin embargo, salvo el Tren Interurbano México-Toluca y la ampliación del Suburbano Lechería-AIFA, el gasto de esos recursos no es completamente transparente, expuso el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).