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Prevalece la tiranía a la delgadez en el mundo de la moda, deplora sociólogo
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▲ Una modelo posa en el desfile de Missoni, durante la Semana de la Moda de Milán Ropa de Mujer, colección primavera-verano 2024.Foto Afp
 
Periódico La Jornada
Lunes 25 de septiembre de 2023, p. 8

París. Está de moda, cariño, sólo hay que adelgazar. A pesar del discurso bodypositive, la ropa de lujo está hecha para gente delgada y algunas modelos con curvas que desfilan en las pasarelas no hacen más que subrayar el culto a la delgadez.

Es una especie de lavado de cara, considera Paolo Volonté, profesor del Instituto Politécnico de Milán, en Italia, donde enseña sociología de la moda, entrevistado por Afp.

Las modelos rollizas que ahora aparecen más a menudo en Nueva York y Londres, y también en los desfiles de París, aunque menos, pretenden demostrar que la marca en cuestión es inclusiva, pero en realidad se trata de preservar un sistema basado en la tiranía del ideal de delgadez, agrega.

El fracaso en materia de diversidad es total, según datos recogidos recientemente por Vogue Business.

De los 9 mil 137 conjuntos presentados durante 219 desfiles de moda en Nueva York, Londres, Milán y París, la pasada temporada, 95.6 por ciento fueron presentados por modelos delgadas (tallas 32-36, en Europa).

Modelos de talla mediana (entre 38 y 42) presentaron 3.8 por ciento de las prendas y sólo 0.6 por ciento fue representado por las de talla grande (44 y más).

Se niegan a representar a la gente normal

Las marcas se niegan a representar a la gente normal, resume Ekaterina Ozhiganova, modelo, estudiante de derecho y fundadora de la asociación Model Law, que defiende los derechos de las modelos.

Esta experta realizó una encuesta sin precedente para un grupo senatorial francés en abril.

Nueve de cada 10 modelos respondieron que se sentían presionadas para cambiar su apariencia regularmente o “de forma ocasional.

“Es muy difícil verbalizarlo. Puedes quejarte en Internet y todo el mundo te responderá: ‘cariño, ese es el trabajo’”, subraya Ozhiganova.

Sin embargo, en 2017 se aprobaron textos que introducen un certificado médico obligatorio para las modelos. Los gigantes del lujo LVMH y Kering firmaron ese mismo año una carta sobre el bienestar de las modelos, comprometiéndose, entre otras cosas, a eliminar de sus castings las solicitudes de talla 32.

Medidas poco aplicadas que hacen sonreír a las pocas modelos que han oído hablar de ellas.

La prohibición del tamaño 32 no significa gran cosa, según Ozhiganova, porque las tallas varían según la firma y la ropa de la 34 puede ser igual de pequeña, por ejemplo.

Los estándares de belleza masculina también han cambiado. Hermès produce prendas 48 para los desfiles, según explicó recientemente al diario Libération Véronique Nichanian, estilista de las colecciones para varones desde hace 35 años.

Cuando comencé en la moda, la talla del modelo era 52 (...) ¡El estándar sexy en ese momento era el musculoso chico de la playa!, explica.

Es la estética de la eliminación del género lo que hace que los creadores busquen un tipo de cuerpo similar, analiza Ekaterina Ozhiganova.

Paolo Volonté considera que le es más fácil producir a escala industrial para cuerpos delgados y planos.

Se comienza con el tamaño cero y se progresa con la ayuda de un algoritmo, pero no funciona para los más grandes porque la grasa y el músculo no obedecen al algoritmo, enfatiza.

Es mucho más caro producir y vender ropa en tallas más grandes, se requieren muchos más conocimientos, añade.