Con el imperativo de que la deuda pública no rebase más de la mitad del producto interno bruto (PIB), la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) adelantó que proyecta dejarla en 48.8 por ciento el próximo año, con lo cual se mantendrá en un nivel sostenible hacia el mediano plazo.

Lo anterior implicará que la deuda pública habrá crecido 5.2 puntos porcentuales durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, por debajo de los avances de 7.4 y 8 puntos, respectivamente, con Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, enfatizó la SHCP.

Sin embargo, esta administración habrá escalado en su uso de la deuda como parte de los ingresos para financiar el gasto público. De acuerdo con la Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación del próximo año, se busca obtener vía endeudamiento un billón 737 mil 59 millones, prácticamente una quinta parte del dinero con que espera contar en 2024. De acuerdo con la propuesta de paquete económico, el endeudamiento interno se espera ampliar hasta en un billón 950 mil 120 millones, mientras se reduce el déficit en obligaciones externas que tienen las empresas productivas del Estado.

Como parte de esos pasivos que se arrastran, se adelanta que el costo financiero de la deuda pasará de absorber un billón 130 mil 800 millones de pesos en 2023 a un billón 264 mil millones el próximo año, cifras con las que ese pago de intereses ocupará 3.4 por ciento del PIB tanto este como el siguiente año. Como proporción de todo el gasto público, el costo financiero representará 13 por ciento en 2023 y 14 por ciento en 2024.

La política de financiamiento continuará ejerciendo una conducción responsable y transparente de los pasivos públicos a fin de asegurar la sostenibilidad de la deuda en el mediano plazo, cubriendo las necesidades de financiamiento en el mercado interno, principalmente, al menor costo y riesgo posibles, enfatizó Hacienda.

Agregó que lo anterior se busca con operaciones de manejo de pasivos y refinanciamiento que permitan extender el perfil de vencimientos de la deuda, así como estrategias de cobertura para reducir la exposición de la volatilidad financiera en el saldo y el servicio de la deuda pública.

El que la deuda se ubique en 46.5 y 48.8 por ciento del PIB, en 2023 y 2024, respectivamente, habrá de resaltar aún más si se considera que en esta administración no se han incrementado impuestos ni se han recibido recursos por concepto del remanente de operación del Banco de México, como se recibieron en otras administraciones, justificó la dependencia.