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Nuestro hombre en La Habana
E

n la tarea diaria por contribuir para el cambio de la situación actual del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), tuvimos la suerte de acercarnos y conocer más a fondo a nuestro camarada y amigo José Luis Alonso Vargas, afectuosamente nombrado Cheliz, con quien compartimos momentos intensos de trabajo.

Con la visita a compañeros sindicalistas petroleros en diversas fechas, reconocimos la solidaridad de otros gremios. De la mayoría de las reuniones a las que nos integramos por convocatoria de la Unión Nacional de Trabajadores y Profesionistas Petroleros (UNTYPP) se llevaron a cabo cinco reuniones del Encuentro Nacional Petrolero (ENP), en diversas ciudades y en auditorios del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y también del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM). Este fue un rencuentro con el compañerismo y con las expectativas de que la unión hace la fuerza.

Otra de las ideas que surgieron de esos encuentros fue la unión de sindicatos petroleros con otros similares de América Latina. Y, aunque ya existen organizaciones de este tipo, falta, todavía, una organización sin la intervención o la influencia de corrientes neoliberales.

De hecho, tuvimos la participación de delegaciones extranjeras en alguna de las sesiones del ENP.

Con dichos encuentros, se pretendía el seguimiento de las exigencias para la democratización del sindicato de Petróleos Mexicanos.

La participación del compañero Cheliz fue un gran estímulo para continuar la comunicación con los compañeros de las diversas secciones sindicalistas. Recorrimos varias zonas y en cada oportunidad que se nos presentaba la intervención de Cheliz despertaba gran interés.

Siempre con el apoyo solidario de compañeros petroleros con quienes tuvimos pláticas extraordinarias, pudimos conocer un poco más de las instalaciones bajo las siglas de otras petroleras extranjeras. Por supuesto, con la discreción obligada.

Hacemos hincapié en que los empleados de esas compañías no mostraron rechazo a nuestra petición de entrada al área de bombeo del pozo visitado. Fue muy raro ver a esos trabajadores petroleros con un vestuario diferente al ya conocido de Pemex.

Dentro del Movimiento Comunista Mexicano se creó la Comisión Sindical; sin embargo, por diversas razones los proyectos del ENP no fueron acogidos en su totalidad por dicha comisión.

Una de las razones fue la cercanía de las campañas electorales. Se esperaba ya el triunfo del ahora presidente Andrés Manuel López Obrador. Época de elecciones en la que, de diversas formas, la gente se involucró y participó abiertamente. Fue justificado posponer las tareas sindicales.

Otros eventos nos unieron al compañero Cheliz. Su relación con Cuba nos permitió hacer contacto con el personal de turismo de salud. A través de sus múltiples relaciones personales y políticas con diversos profesionales médicos de ese país, pude ser evaluado y diagnosticado.

De esta forma y conociendo la calidad de la atención del sector salud de Cuba, se planificó el viaje para integrarme como paciente en uno de los mejores institutos de especialidad en la ciudad de La Habana.

Ahí estuvo nuestro amigo y camarada al pendiente de lo que aconteciera en mi rehabilitación.

Una vez hechos los trámites correspondientes, regresamos a México con una mejor perspectiva de vida. El tratamiento fue exitoso y, además, volvimos a comprobar que la solidaridad es, en verdad, un salvoconducto invaluable.

Ahora nuestro compañero Cheliz ya no está con nosotros, pero seguiremos considerándolo como nuestro insustituible amigo y camarada. Será siempre nuestro hombre en La Habana.

Twitter: @AntonioGershens