Canadá, como todos los países de América tienen su propia historia de colonización, la cual no es muy diferente a la del resto de los países en América. La definición más común de la palabra colonización es: “La dominación política, social y económica impuesta a la fuerza a las personas originarias/indígenas de la región. El colonizador se adueña de las tierras, los recursos económicos y de los territorios colonizados”. Sin embargo, la definición es muy general y no habla del papel de la iglesia católica en los procesos de la colonización. En el caso de Canadá, colonia del Reino Unido, no había mucha información documentada los procesos de evangelización, tan solo había una mención tenue de la participación de la iglesia en la historia de la colonización del país. Se conocían algunas historias que contaban los indígenas que sobrevivieron su estancia en los internados católicos, las cuales a menudo quedaban impunes porque no había forma de probar lo que los indígenas contaban. Hasta que un día, todas esas historias se volvieron una terrible verdad que ya no se podía ocultar más. Usando un radar especial para ver lo que se encuentra varios metros debajo de la tierra, el día 22 de mayo del 2021, los mitos se volvieron realidad.
En el patio del internado de la escuela católica llamada Kamloops Indian Residential School, en el estado conocido como Columbia Británica, se encontraron los cuerpos de 215 niños indígenas en una fosa común. Este fue el primer hallazgo que confirmó aquellas historias que parecían demasiado horribles para ser verdad, sin embargo, no será el único, ya que Canadá implementó los internados católicos por 125 años, el último internado cerró sus puertas en 1999.
Como parte de su Proyecto colonizador, Inglaterra permitió que la iglesia católica controlara, sin supervisión o cuestionamiento alguno, los internados diseñados exclusivamente para la educación de los indígenas canadienses. Las cárceles, disfrazadas de escuelas, no eran más que una máquina de exterminio de los niños indígenas. El índice de mortalidad era del 75%, y si los niños no morían de hambre, o de enfermedad, morían de tristeza. Los niños eran arrebatados de sus padres desde los 4 años de edad, y eran forzados a vivir solos en internados donde se les prohibía vestir sus ropas tradicionales, hablar su lengua materna, y se les ridiculizaba y castigaba sistemáticamente si eran rompían las reglas. Los niños indígenas quienes sufrieron todo tipo de abusos, incluyendo abuso sexual, permanecían en el internado, si es que sobrevivían hasta alcanzar la mayoría de edad. Los pequeños eran forzados a vivir en orfandad, la mayoría asistían a internados lejos de sus lugares de origen cuya localización nunca era revelada a los padres. Los padres que se resistían a renunciar a sus hijos eran castigados con la cárcel, la mayoría nunca volvía a ver a sus hijos y jamás recibían una explicación de porqué sus hijos no regresaban a casa. La historia no cambió mucho en más de un siglo.
El 1ro de abril de este año, algunos representantes de las etnias de las primeras naciones, de Inuits y de los Métis tuvieron una reunión privada con el Papa en el Vaticano para pedirle que reconociera la participación de la iglesia católica y su responsabilidad por los hechos cometidos contra los niños indígenas en los internados. La visita al Vaticano tenía la intención de pedirle al Papa que se disculpase con los sobrevivientes de los internados en territorio canadiense, lo cual es tan solo una de las peticiones de las 94 que se encuentran el pliego petitorio llamado Verdad y reconciliación de los pueblos indígenas en Canadá.
El día de hoy 25 de julio, en territorio Cree y parte del Tratado No. 6, el Papa Francisco visitó un cementerio en la ciudad de Maskwacis donde descansan cientos de niños indígenas. El Papa ofreció una disculpa (en español) por el papel que tuvo la iglesia al someterlos a una asimilación forzada y por la destrucción sistemática de su cultura. El Pontífice ofreció disculpas ante multitud de representantes de las numerosas etnias indígenas de Canadá. Lo que marca el inicio de un peregrinaje de sanación, verdad y reconciliación por parte de la iglesia católica hacia los pueblos indígenas en Canadá. •