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Pequeña bruja, obra sobre el empoderamiento de los menores para detener una situación de abuso
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▲ Ganadora de diversos premios, la obra del canadiense Pascal Brullemans Pequeña bruja se escenifica en el Teatro Julio Castillo.Foto cortesía de la compañía Instituto Magia
 
Periódico La Jornada
Jueves 12 de mayo de 2022, p. 6

La actriz y directora Violeta Sarmiento, quien se caracteriza por buscar en diferentes disciplinas y lenguajes la expresión escénica, estrenará en México el montaje Pequeña bruja, del dramaturgo canadiense Pascal Brullemans, en torno al tema del empoderamiento de las niñas y niños y cómo pueden alcanzar la libertad en situaciones que se les presentan.

La obra traducida y dirigida por Violeta Sarmiento, fundadora de la compañía teatral Instituto Magia, explora los miedos y las habilidades que tienen los seres humanos para vencer cualquier dificultad en la vida. Pequeña bruja demuestra a los niños que todo es posible si empiezan a creer en ellos mismos.

“Es un tema pertinente y tan necesario el empoderamiento, en las niñas particularmente, y va de la mano con el movimiento que arrancó precisamente de #MeToo, que permite a las nuevas generaciones detener una situación de abuso, y eso es lo que hace nuestra protagonista en Pequeña bruja”, explica en entrevista Violeta Sarmiento.

El montaje sumerge al espectador en un mundo mágico lleno de emociones. La protagonista es una niña tímida que, tras la tragedia de perder a su madre y caer en las manos de su enemigo el ogro, deberá atravesar, junto con su enigmático gato­­, las peripecias que conformarán su identidad, siempre y cuando asuma la responsabilidad de las decisiones que tendrá que tomar, entre ellas, negociar su libertad y comprender que a veces se pierde lo que se ama.

En la estructura de la pieza, la protagonista habla poco, pero en toda la historia se habla de ella, por eso, en ciertos momentos se utiliza la lengua de señas mexicana.

En la obra utilizamos principios de lengua de señas y se tomó un taller introductorio para tener conocimientos generales de lo que es la lengua de señas y, después, con la asesoría de la coreógrafa Sak Nikté Romero, bailarina de la técnica odissi, danza de la India que se caracteriza por la significación creativa del gesto y el lenguaje corporal, hicimos una mezcla de la lengua de señas y la danza odissi y así armamos nuestra propia lengua de brujas.

Hay música en vivo, canto y danza que se fusionan armónicamente para la inclusión de públicos con alguna discapacidad visual o auditiva.

La mezcla de la danza con la música y el canto tiene que ver con mi formación de actriz, pero también con mi conocimiento en el canto y la música; por ahí ha sido mi búsqueda como creadora y, de unos años para acá, también como directora. Texto que llega a mis manos automáticamente empiezo a verlo en estos lenguajes: música y danza.

La directora de la puesta en escena conoció Pequeña bruja durante el encuentro Dramaturgies en Dialogue al que fue invitada por los organizadores en Montreal, el CEAD (Centro de Autores Dramáticos de Quebec) en calidad de productora, traductora y actriz en agosto de 2018.

La obra fue nominada al premio Louise-LaHaye como la mejor para el público joven, y al Michel-Tremblay como la mejor para todo público, siendo la primera vez que una pieza es nominada en ambas categorías.

En opinión de Sarmiento, el dramaturgo canadiense toca temas muy duros y hay personas en México que consideran que a los niños no hay que hablarles de frente, y él toca los temas así, de frente, les habla de la muerte que de alguna manera nos recuerda los cuentos de los hermanos Grimm.

El montaje aborda el tema del empoderamiento en la infancia y la magia de la historia también se encuentra sobre el escenario donde se logra crear un universo sensorial incluyente y en la fusión de música en vivo, el canto y la danza.

Sobre la historia de la obra, la directora de escena comenta que la protagonista, al perder a su madre, caerá en las manos del enemigo, el ogro, pero gracias a la educación que recibió y todo lo que aprendió de su madre y que es una bruja, conseguirá alcanzar la libertad. Al librarse del ogro, se dará cuenta que a su mamá lo que más le importaba era que ella fuera una bruja; es decir, una mujer libre. Durante la trama vemos cómo la pequeña bruja desarrolla su personalidad, su identidad se confirma y en las dificultades tiene que decidir y negociar, es algo que aprende.

Mediante los personajes se busca el empoderamiento de las infancias y demostrarles que la fuerza de su magia interior ayudará a vencer hasta al monstruo más grande y temible.

Para la preparación del elenco en el lenguaje de señas se contó con la labor de los intérpretes traductores Érika Ordóñez y Noé Romero.

El montaje también recurre al uso de mudras o gestos con las manos y el cuerpo, a través de la coreografía de Sak Nikté Romero. Mariana Chávez-Lara, encargada de la música original y diseño de audio, participa durante el transcurso de toda la puesta en escena con flauta y saxofón en vivo, creando ambientaciones sonoras que acentúan acciones específicas, personajes y sentimientos, de tal manera que todo momento sea perceptible para personas con discapacidad visual.

Actúan Mariana Gajá, como Bruja Mayor; Paulina Álvarez, Pequeña Bruja; Xóchitl Galindres, la Joven cazadora y narradora, y Abel Ignacio Hernández, el Ogro.

La producción a cargo del Instituto Magia se presentará del 14 de mayo al 3 de julio, los sábados y domingos a las 12:30 horas en el Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque (Paseo de la Reforma y Campo Marte s/n).