Ante la solicitud de evacuación y demolición de la casa del migrante Senda de Vida por parte de la dirección de obras públicas de Reynosa, Tamaulipas, las comisiones Nacional y Estatal de Derechos Humanos exhortaron a las autoridades a que se actúe con legalidad e irrestricto respeto a las garantías de las personas en tránsito, así como de los directivos y colaboradores de dicho albergue. Indicaron que en el refugio se alojan 600 indocumentados, de los cuales 250 son niños y adolescentes; además, hay mujeres embarazadas y personas que sufren enfermedades crónico-degenerativas. Recordaron que ante el incremento del flujo de viajeros, representantes del Instituto Tamaulipeco para los Migrantes y de la sociedad civil de Estados Unidos propusieron ampliar el refugio.