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Nunca he logrado decir todo lo que quería, sostuvo Leonardo Padura en la feria de la lectura de Yucatán
 
Periódico La Jornada
Martes 4 de mayo de 2021, p. 4

El escritor cubano Leonardo Padura sostuvo que la escritura de una novela es agónica y angustiosa, porque es un mundo en el que tienes que decirlo todo sabiendo que en términos creativos no puedes. Así lo expresó el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2015 durante un conversatorio, el domingo pasado, en el cierre de la novena Feria Internacional de la Lectura Yucatán (Filey).

Padura destacó que ese sufrimiento se compensa con la satisfacción de terminar un libro, el momento ese en que sientes que has llegado a un punto muy cercano de lo que tú querías decir. Siempre es el desafío. Agregó que nunca he logrado decir todo lo que quería, y que cuando más próximo se sintió fue con La novela de mi vida.

En esa narración sobre el poeta José María Heredia, abordó la mirada de ese hombre del siglo XIX que se siente cubano, vive una parte enorme de su exilio en México, donde se relaciona con el mundo tremendo de la década de 1830 y que, estando ahí, seguía siendo cubano; el regreso a la isla, todas sus agonías. Murió a los 39 años, como buen romántico.

En la charla con el narrador Gonzalo Celorio, Padura mencionó que como escritor “tiene que buscar la manera de ser connotativo en muchas cosas. Lo que Hemingway llamaba la ‘teoría del iceberg’: mostrar una parte, pero tiene que haber todo un sustento que aguante esa piedra de hielo que se ve sobre la superficie”.

Soy el que permanece

El autor de El hombre que amaba a los perros dijo que en una obra, aunque se describe un mundo y sus personajes, lo que haces es hablar de ti mismo, porque eres el centro de todas esas historias, aunque no eres el protagonista.

Ejemplificó con la novela Como polvo en el viento: Yo no soy el exiliado, soy el que permanece, el que ha seguido viviendo en Cuba. Una manera de liberarme de una serie de demonios y obsesiones que me han perseguido, y de experiencias que he vivido, es decirlo de alguna forma. Me es muy grato poder sacármelo a través de la literatura.

Leonardo Padura afirmó que en sus novelas policiacas y en su literatura ha tratado de representar una visión lo más equilibrada posible, sobre todo de mi generación, que tiene unas condiciones especiales en Cuba muy favorables, y también muy lamentables, en un punto determinado de su desarrollo. Una situación muy dramática la de esa generación que a veces opta por el exilio.

Relató que ha detenido por un tiempo su próxima novela, porque llevo tantos meses trabajando a un ritmo pandémico. Te levantas todas las mañanas, ya que no puedes salir a la calle, entonces trabaja, trabaja, trabaja. Me ha venido bien, pero llega un momento en que tienes que detenerte y tomar distancia.

En la narración en ciernes vuelve su personaje Mario Conde, con más de 60 años, un poquitico descascarado, pero todavía con capacidad de procesar estas historias.

El autor concluyó: Como escritor, tengo una responsabilidad civil con mi sociedad, mi tiempo, mi memoria y con las personas que viven en Cuba, lo que saben y lo que no, lo que no han pensado. Me ha llevado a escribir esta literatura que definiría de carácter realista.