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Niños extrañan festejos por su día
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▲ Algunos pequeños pudieron ver a sus fornidos héroes dar un paseo el viernes 30.Foto Alfredo Domínguez
 
Periódico La Jornada
Domingo 2 de mayo de 2021, p. 26

Jugar con los amigos, verlos, platicar, estar cerca y convivir con ellos fue el deseo que prevaleció entre los pequeños que festejaron su segundo Día del Niño en confinamiento social por la emergencia sanitaria.

A pesar de la apertura de áreas de esparcimiento, pocos acudieron a parques y jardines. En las resbaladillas, columpios y laberintos –que hace dos años lucían atiborrados de niños– era notoria su ausencia, en muchos casos porque los padres temen a los contagios y optaron por un festejo con familiares cercanos.

Ernesto Góngora, de 10 años, que desde que empezó el viernes sus padres se encargaron de festejarlo con música, dulces, una rica comida y películas, dijo: Extraño los juegos presenciales, estar con mis amigos y en especial la compañía de Toño, mi mejor amigo.

Sofi, de 8 años, se divirtió en la escuela porque con la computadora interactuó con sus compañeros y maestros, quienes hicieron juegos y dieron su mejor esfuerzo para que estuvieran felices, pero a la pequeña le faltó una reunión en grande con toda su familia y amigos.

Santiago y Hermes, de 11 años, comentaron que lo mejor del Día del Niño era salir a un lugar; a pesar de que no se conocen, ambos chicos platicaron que los paseos es lo que más extrañan.

Miguel estuvo un rato en el parque, pero como no había nadie más prefirió irse temprano. El niño de 9 años es hijo único y lo que más desea es que ya no haya pandemia porque no es divertido jugar solo.

Las salidas al cine, visitas a parques de diversiones y encuentros familiares quedaron pendientes otra vez, pese a la reactivación de las actividades económicas. Los niños saben que la capital está en contingencia y se han adaptado a las reuniones virtuales.

Por la mañana tuvieron festejos escolares, juegos y sorpresas, pero para Diego, de 6 años, hubiera sido mejor ir a la escuela y festejar con mis amigos.

Los niños también se fueron a comer; los padres, al buscar el tan ansiado regalo, se encontraron con largas filas en tiendas y plazas comerciales, donde era complicado respetar las medidas sanitarias.