Política
Ver día anteriorDomingo 22 de noviembre de 2020Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Quieren reducir la brecha de desigualdad

Sedatu: vigilancia y más inversión a los programas de mejoramiento urbano

La administración de la 4T cambia métodos para manejo de recursos y desarrollo de proyectos

 
Periódico La Jornada
Domingo 22 de noviembre de 2020, p. 16

Con y sin pandemia, las ciudades mexicanas son un territorio de desigualdad donde coexisten altas concentraciones de riqueza con territorios periféricos que no cuentan con los beneficios de la urbanización, acepta Dolores Franco, directora general de Desarrollo Urbano y Vivienda de Sedatu.

Los anteriores programas en la materia sobreinvertían e incidían en los mismos espacios y dejaban al margen otros sitios con acusadas carencias.

Actualmente, explica, se trabaja con otra metodología para medir el rezago urbano social y la forma de inversión del Programa de Mejoramiento Urbano, a partir de principios rectores.

El primer punto es planificar de un modo distinto y ver qué necesidades urbanas tienen principalmente las mujeres, los niños, los adultos mayores y las personas con discapacidad en determinado territorio, indica la funcionaria.

Para cumplir ese principio se le ha pedido a los consultores técnicos hacer propuestas a partir de preguntar a la gente cuáles son sus necesidades.

Antes se pagaban varios millones de pesos por un estudio, un plan de desarrollo urbano pero, en realidad, lo que se tenía era una monografía que describía sólo generalidades en coordenadas, pero con muy poca estrategia con el fin de desarrollar una ciudad que realmente sirviera para detonar desarrollo, declaró Franco. El nuevo enfoque es resaltar la importancia de que las ciudades son para las personas. Sí deben resolverse los servicios viales y otros aspectos, pero las concentraciones urbanas deben servir prioritariamente a la gente, no a los coches y, por ello, se requiere saber lo que necesita en su territorio.

Como segundo punto, “y partiendo del hecho de que un elemento para garantizar seguridad son las viviendas, incidimos en el mejoramiento de las mismas y/o ampliación, según sea el caso.

Enseguida está el reconocimiento a lo difuso de los espacios periféricos, donde muchas veces no se cuenta con certeza jurídica en la propiedad, y por eso se interviene por conducto del Instituto de Suelo Sustentable para la regularización de los lotes.

Por último, el programa trabaja en la dotación de infraestructura básica: guarniciones en vía pública, agua potable, equipamiento urbano (teatros, centros comunitarios) y, en general, espacios públicos que nos ayuden a reforzar y a crear nuevas centralidades en esos territorios, donde a veces la comunidad está invisible, pero se trata de ciudadanos que, por ejemplo, invierten hasta 40 minutos para llegar desde su casa al centro de su municipio o el doble de tiempo a su centro de trabajo.

El principio fundamental es poner lo mejor en los territorios con más desigualdad y que responda a las necesidades de las personas, expresó la funcionaria.

Esa labor, precisa, se ubicó como misión el año pasado por instrucción presidencial, y de manera destacada para 14 ciudades fronterizas. Ahora se trabaja y acompaña los proyectos prioritarios en todo el territorio nacional.

Los métodos de decisión y asignación de recursos también se han modificado, indica: “Antes se pagaba todo mediante los gobiernos locales, pero advertimos que no pocas veces el presupuesto llegaba ‘pulverizado’. En estos dos años, sin embargo, se instruyó centralizar el proceso de adquisición por conducto de la Sedatu, y es la primera vez que la secretaría construye obra para garantizar que haya calidad de la misma y que la supervisión sea eficiente”.

La expectativa, comenta a manera de conclusión, es hacer esas intervenciones urbanísticas en los municipios donde se requiera con el fin de mover la aguja del indicador del rezago y reconfigurar los territorios con una cantidad de obra importante, con muchísima más inversión que antes.