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Podemos quedar incomunicados, envíennos ayuda
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 11 de noviembre de 2020, p. 6

Villahermosa, Tab., Habitantes de la región Chontalpa Chica, que incluye la zona indígena del municipio de Nacajuca, claman por ayuda. Sus pueblos están bajo el agua por los desfogues de la presa Peñitas, luego de las intensas lluvias que azotaron la entidad.

En la comunidad de El Guácimo, Andrea Aquino exigió a las autoridades, a la Comisión Federal de Electricidad, que reparen un poste de la comunidad anegada, que estaba a punto de desplomarse y dejar sin energía eléctrica a 900 familias.

Que vengan a impedir que se caiga el poste y que las corrientes se lleven el transformador; también nos hacen falta costales con arena para poner bordos de contención, dijo con el agua hasta las rodillas.

El líquido procedente de la presa Peñitas, y avenidas resultado de fuertes aguaceros, desbordaron al río Samaria, que cruza regiones bajas de los municipios de Cunduacán, Jalpa de Méndez y Nacajuca.

Aunque no llueve desde el sábado, el nivel del agua sigue subiendo y las corrientes están rompiendo los caminos y ponen en riesgo los puentes, podemos quedar incomunicados y sin ayuda, agregó Juan Hernández, alojado en un refugio del ejido Chicozapote, en Nacajuca, improvisado en una escuela secundaria, junto con sus cuatro hermanos y siete de las 200 familias de la población. El resto fue a albergues instalados en un kínder y una primaria.

José Ángel es el mayor de cuatro hermanos, que al lado de sus padres buscaron cobijo en el mismo plantel que Juan. Narró que el líquido entró a su casa el domingo alrededor de las 3 de la tarde, y poco a poco fue subiendo hasta alcanzar más de 30 centímetros de altura.

Más tiempo en el agua

Nos dio tiempo de subir nuestras cosas, como trastes, muebles y ropa, arriba de varios blocks de concreto que acomodamos para salvarlas del agua, y nos dicen aquí en el albergue que va a tardar una semana o más en bajar el nivel, comentó.

Al momento, la atención de las autoridades se concentra en socorrer a los pobladores de la colonia Gaviotas, así como los sectores Armenia y San José, en Villahermosa, la capital tabasqueña. Pero en la zona indígena chontal, comunidades, caminos y pastizales se encuentran bajo el agua.

Nosotros podemos quedar incomunicados si no viene Protección Civil a tiempo para componer un vado de casi 35 metros de largo y unos 30 centímetros de hondo. En todo el camino (que va de la comunidad Arroyo a la cabecera municipal de Nacajuca) hay tres vados, pero este es el más grande, indicó a su vez el damnificado Miguel Rivera.

Doña Josefina Cruz, vecina de Arroyo, rezaba con un rosario en la mano a las puertas de su casa, con el agua a punto de desbordar la vivienda. Se le acercó un curioso y declaró: Estoy pidiendo para que ya no llueva. Las inundaciones no han acabado con la fe ni con la esperanza de los chontales.