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Pandemia y aumento de la piratería de libros golpean fuerte a la industria editorial

Las ventas bajaron 25% en el primer semestre y se perdieron 12% de puestos laborales

 
Periódico La Jornada
Miércoles 11 de noviembre de 2020, p. 5

La industria editorial mexicana arrastra una crisis desde hace años, pero en este 2020 al daño estimado por la pandemia se suma la piratería, tanto de libros impresos como de descargas digitales, y a la necesidad de modificar la existente Ley del Libro.

Las estimaciones de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem) para este año, cuando aún no se había declarado la pandemia ni el cierre de las actividades no esenciales, decían que la producción de ejemplares sería de 120.9 millones, con una venta de 124.8 millones en volumen y una facturación por 22 mil 236 millones de pesos; es decir, un incremento mínimo de 1.7 por ciento en la producción y de uno por ciento en la fac-turación, de acuerdo con cifras dadas a conocer en una conferencia de prensa virtual.

Sin embargo, debido a la contingencia sanitaria, esas previsiones cambiaron a la baja. El ingreso mensual de las editoriales se ha reducido 22 por ciento, mientras la diputación económica presente en las empresas se considera peor a la percibida hace 12 meses, señaló Ignacio Uribe, integrante del consejo directivo de la Caniem y coordinador de la comisión de estadística de esa cámara.

De acuerdo con las cifras de los primeros seis meses del año, en el primer trimestre los ingresos de las editoriales fueron de mil 967 millones de pesos, y en el segundo fueron de mil 841 millones de pesos, por un total de 3 mil 808 millones de pesos. La cifra esperada an-tes de la cuarentena era de 5 mil 57 millones de pesos.

Esto, añadió el funcionario, implica una reducción de mil 249 millones de pesos en la venta proyectada para el primer semestre, es decir, una reducción de 25 por ciento.

En este contexto, y si se supone que los dos últimos trimestres se comportan según la estimación previa a la pandemia, el sector cerraría 2020 con una facturación de 9 mil 877 millones de pesos, lo que significa que el horizonte más positivo para la industria editorial privada es un decremento de 11 por ciento en la venta de este año.

En cuanto al empleo, las cifras registran una fuerte caída de marzo a abril pasado de -0.7 por ciento a -22.7 por ciento. Se estima que hasta agosto la reducción de trabajadores ha sido de 12 por ciento.

El director de la Caniem, Alejandro Ramírez, dijo que en muchísimos aspectos no estábamos preparados para enfrentar esta pandemia, y recordó que la última feria del libro que se hizo de manera presencial fue la de Minería. Aun cuando las ferias del libro no representan un punto importante en las ventas acumuladas de la industria editorial, sí lo tienen en cuanto a acercar el libro al consumidor.

Ante el cierre de las librerías y otros puntos de venta la única alternativa que quedaba eran las ferias virtuales, pero aunque tenemos buen número de visitantes el consumo no es el que sustituiría la venta realizada de manera presencial.

Señaló que de las 260 editoriales afiliadas, tres han cerrado. Sabemos que hay una cantidad de editoriales que al no estar afiliadas a la cámara no reportan su continuidad” y en cuanto a los puntos de venta tanto presencial como en línea nos muestra una pérdida de 28 por ciento con relación al año pasado.

Venta en línea, insuficiente

El comercio de libros en línea ha ayudado, pero sólo es 2 por ciento del total de las editoriales; es decir, que a pesar del incremento que pueda tener el mercado en formato digital, todavía no tiene una representación muy importante en cuanto al volumen de facturación”.

Juan Luis Arzoz, presidente del consejo, señaló que están planeando estrategias para el próximo año lograr la recuperación de toda la cadena del libro. Sí vemos positivo o queremos ver en positivo el año que viene para la recuperación.

Entre esas estrategias se encuentra la lucha contra la piratería en formato digital e impreso con la campaña que iniciaron hace unos meses llamada #pongamospuntofinal, en coordinación con la Asociación de Librerías de México y el Centro Mexicano de Protección y Fomento de los Derechos de Autor.

Otro tema pendiente son las modificaciones a la Ley del Libro, entre ellas que el precio fijo pase de 18 a 36 meses, que el libro electrónico sea considerado dentro de esa legislación y que el audiolibro también esté protegido por la ley, añadió Arzoz.

Tasa cero

La iniciativa de modificaciones fue propuesta en la Comisión de Cultura de la Cámara de Senadores, y fue aprobada. Ya pasó por la Comisión de Cultura y Educación de la Cámara de Diputados y nada mas falta que siga al pleno para que se apruebe, mientras la tasa cero a librerías fue rechazada por Hacienda. Seguiremos luchando para que la tasa cero sea una realidad, ya que esto daría más vida a las librerías.