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Compositora mexicana gana concurso de la Orquesta Metropolitana en Montreal

Cristina García Islas fue reconocida en el certamen dedicado a Beethoven por su pieza Resiliencia

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▲ La obra con la que Cristina García Islas ganó el concurso El Legado de Beethoven se inspira en la cautela.Foto cortesía de la compositora
 
Periódico La Jornada
Viernes 30 de octubre de 2020, p. 4

La compositora mexicana Cristina García Islas ganó el concurso El Legado de Beethoven, que celebra el 250 aniversario del nacimiento del músico alemán, convocado por la Orquesta Metropolitana, con sede en Montreal, Canadá.

La pieza Resilience (Resiliencia), por la que fue seleccionada, está inspirada en la espera y la prudencia, posee un poco de tristeza y una parte de luz, y aunque brilla y se distingue, no siempre se ve, describió en entrevista García Islas.

Recibió la noticia de su triunfo de propia voz del director Yannick Nézet-Séguin hace unas semanas. El músico la contactó con el fin de comenzar a preparar la obra comisionada para su estreno en 2021, como parte de un maratón sinfónico dedicado al genio de Bonn. Sin embargo, el anuncio público lo hizo ayer la Orchestre Métropolitain.

Siento que mi música es un medio para agradecer a la vida, un motor y una necesidad. También para aprender a ser humilde con el arte, relató en entrevista la compositora.

La orquesta canadiense señaló en la convocatoria que este 2020 se celebraría a Beethoven en todo el mundo; desafortunadamente, muchos de los conciertos fueron cancelados o pospuestos debido a la pandemia de Covid-19. El enfoque único de Beethoven para superar la adversidad, al traducir cualidades humanas como la duda, la soledad y la introspección en la música, son buenas razones para examinar nuestra relación con su legado.

Un requerimiento para las piezas a concursar fue que la composición hiciera eco al trabajo del homenajeado, quien siempre fue sensible a las realidades de su tiempo. La octava sinfonía, escrita en 1812 en una época complicada para su autor, pero llena de humor, fue la elegida por Cristina García Islas.

Nézet-Séguin, director artístico de la Orchestre Metropolitain, preguntó sobre esta elección durante la llamada telefónica con Cristina, quien contó: Pasa lo contrario que con la Quinta sinfonía, pues la penúltima sinfonía del compositor alemán es un poco desconocida para el público. Me inspira ese Beethoven menos escandaloso, más prudente.

De belleza contenida, también parte de la anécdota sobre la Octava sinfonía es que fue compuesta en honor al inventor del metrónomo Johann Nepomuk Mälzel, y en el segundo movimiento se hace alusión al implacable tic tac del aparato para marcar el tiempo.

García Islas (1983), quien en febrero pasado estrenó con la Ofunam una ofrenda musical que inauguró la temporada dedicada a Bethoven, relató que dudó mucho en participar en el primer concurso de composición que lanzó la orquesta de Montreal, ya que algunas malas experiencias con otros directores le dejaron mal sabor de boca e influyó el miedo a la discriminación que podría sufrir por sus apellidos notoriamente latinos. Finalmente, alentada por su familia, mandó de último momento las partituras que se requerían. Un dibujo del genio de la música, autor de la famosa Oda a la alegría, fue el boceto que hizo primero y que la guió para instalar notas sobre el cuaderno pautado.

El jurado eligió a cuatro ganadores, entre ellos a la mexicana, quien también tiene nacionalidad canadiense. Parte del premio consiste en la comisión de una obra de unos seis minutos que se estrenará en Montreal en 2021, dirigida por Nézet-Séguin, renombrado director franco-canadiense, quien también está al frente de las agrupaciones de la Metropolitan Opera de Nueva York y de la Orquesta de Filadelfia.

La Orquesta Metropolitana en Montreal ha tenido que cancelar los conciertos nuevamente por el aumento de casos de Covid-19; incluso, el anuncio de los ganadores del concurso se retrasó. Aún es incierta la realización de los conciertos con las obras ganadoras el próximo año.

En febrero pasado, antes de que irrumpiera la crisis sanitaria, García Islas mostró al público mexicano una obra que lanzaba una oración ante el fin del mundo. Ahora, casi visionaria, regala Resiliencia, música de tonos azulosos.