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Se está destruyendo lo alcanzado en la producción de cine nacional: Inna Payán

Como nunca, en el sector existe mucha incertidumbre de cara al futuro, sostiene la productora

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▲ Carteles de algunas de las películas más taquilleras apoyadas por Fidecine y Foprocine.
 
Periódico La Jornada
Viernes 2 de octubre de 2020, p. 5

La comunidad cinematográfica hizo un llamado urgente al poder legislativo para que garantice el fomento a la cinematografía nacional y no se elimine junto con la derogación del Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (Fidecine), porque de lo contrario desaparecería todo lo que se construyó con ese fideicomiso. Precisó que el nuevo esquema para la asignación de recursos a la producción de cine mexicano se tornaría en algo discrecional.

La productora Inna Payán y Mónica Lozano, presidenta de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (Amacc), señalaron a La Jornada que la sensación que impera entre el gremio cinematográfico es que se están destruyendo los niveles de producción que había alcanzado el cine mexicano con los fideicomisos.

En realidad, coincidieron, lo que queremos es certidumbre, acceso para todos en igualdad de circunstancias y que se respete la libertad creativa en la asignación de recursos para la producción cinematográfica. Éstos son los pronunciamientos que hemos hecho a la Secretaría de Cultura y al Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine). La respuesta que nos dieron ante esta preocupación fue convocar a mesas de trabajo a fin de hacer una consulta entre la comunidad, la cual buscamos sea reflejada en la ley.

El fomento debe quedar establecido en la ley

Lozano explicó la causa de la incertidumbre: Queremos que se entienda que el fomento a la cinematografía tiene que quedar establecido en la ley; no se puede eliminar este capítulo, el cual hablaba exclusivamente de Fidecine, pero finalmente éste es un mecanismo; no obstante, el fomento es lo que garantiza que el Estado mexicano dé acceso a la promoción, difusión, acceso a la cultura y al cine. Es una obligación sustentada en el artículo cuarto constitucional y considerada un derecho humano.

En los meses recientes, prosiguió Lozano, se ha trabajado con las autoridades del Poder Ejecutivo y existe el compromiso de que ese apartado se reponga y se restituya en la ley; lo que queremos en la comunidad es que eso suceda ya; es algo muy importante para nosotros.

Dar garantía

Al retomar el tema, Inna Payán expresó: Sin duda, vemos destrucción en el momento en que derogan éstos (los fideicomisos). Nos gustaría que fuera paralela la construcción y propuestas en ley para dar garantía a la cinematografía y al país de que va a existir el fomento a la industria. Es prioritario garantizar que existirá y seguirá el fomento a la cinematografía.

La industria, enfatizó Payán, iba creciendo, según refieren los números, al doble que el crecimiento del país. La Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine) mandó un documento en el que informa que generábamos 75 mil empleos directos y 150 mil indirectos; esto significa que dábamos trabajo, con una derrama económica considerable, la cual repercutía en múltiples sectores, como los de alimentación, transporte, seguridad, renta de inmuebles, textiles, construcción, hotelería, sólo por mencionar algunos.

Payán agregó: Realmente creemos que el trabajo que hacemos repercute completamente en la vida nacional, es un espejo de lo que somos y crea identidad, pero en el momento en que hacen estas cosas así, a rajatabla, sin analizar a cada uno de los fideicomisos, nos sentimos poco seguros frente a lo que viene.

Sin duda, intervino Lozano, hay mucha incertidumbre, una sensación de que no se cumplirán las ofertas y, evidentemente, hay una demanda y exigencia de la comunidad para que se cumpla el compromiso y la palabra, tanto del gobierno federal como de los diputados, y que en ningún momento se politicen los apoyos, que no se entienda como un tema político, sobre todo cuando empieza un proceso electoral.

De hecho, sostuvo la titular de la Amacc, aunque el Imcine cuente con personalidad jurídica propia, es obligatorio que exista un apartado en la ley que le garantice y le dé facultades plenas para el cumplimiento del fomento por parte del Estado mexicano.

Un programa sin respaldo jurídico es endeble

En realidad, destacó Payán, el punto es que se garantice en la ley el fomento a la cinematografía; un programa presupuestal no respaldado es endeble, es de contentillo, y eso no puede pasar. Nosotros, como comunidad y a través de varios, hemos estado trabajando mucho en una propuesta de ley, con equilibrio y justicia para que el cine independiente florezca.

Incluso, sostuvo Lozano, la ley en su conjunto garantiza, por un lado, el fomento y, por otro, el acceso al mercado, en condiciones de equidad con cualquier cinematografía.

En este sentido, llevamos año y medio en el parlamento abierto de la Cámara de Diputados discutiendo la Ley de Cinematografía y necesitamos que no se posponga, que sea una realidad en este periodo legislativo; además, llevamos 20 años con una ley que es obsoleta ante el cambio de paradigmas; el consumo es diferente, los modelos de producción son distintas, las entidades que hoy regulan la cinematografía, incluso la Secretaría Cultura, no está mencionada en la ley, porque ésta es obsoleta.

Actividades poderosas

Mónica Lozano consideró: Siendo el cine y el audiovisual actividades tan importantes, poderosas y con repercusión a escala nacional e internacional, tanto en lo económico como en lo cultural, es obligatorio que como país estemos a la vanguardia, con una ley que dé certidumbre a los profesionales que nos dedicamos a este arte.

Lo más sorprendente, precisó Inna Payán, es que, como nunca, nos hemos sentido más inseguros, pensando en este gobierno; ahí hay un equívoco de nuestro inconsciente colectivo sobre lo que esperábamos, pero lo que se siente es mucha incertidumbre e inseguridad de cara al futuro.

Las creadoras enfatizaron que de aprobarse el presupuesto para el sector cinematográfico planteado por el Ejecutivo, se habrá caído 63 por ciento en relación con los pasados 10 años, en que era de 84 por ciento, si consideramos el ejercido. Lo anterior en términos corrientes, si consideramos cifras reales (es decir, ajustadas por la inflación) este porcentaje sería mucho mayor.

Además, en 2012 el gobierno invirtió más de mil 700 millones de pesos en el cine; mientras en 2021 se tienen contemplados únicamente 285 millones.

Es cierto que en 2012 hubo proyectos muy específicos, como la remodelación de los Estudios Churubusco y de la Cineteca Nacional; esto, precisamente, habla de la voluntad del Ejecutivo de fomentar e impulsar el cine nacional, afirmaron.

Ahora, de aprobarse el presupuesto planteado para 2021, el sector cinematográfico contaría con 60.9 millones menos que en 2020. Es decir, una reducción de 17.6 por ciento. De esa forma, serían 46.2 millones menos para el Imcine, 4.2 millones menos para la Cineteca Nacional, 5.2 millones menos para los Estudios Churubusco y 5.3 millones menos al Centro de Capacitación Cinematográfica.