La Jornada del campo
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Número 156 Suplemento Informativo de La Jornada Directora General: Carmen Lira Saade Director Fundador: Carlos Payán Velver
¡Sí hay de otra!

Defender el agua contra el glifosato en el territorio mexicano

Miriam Edith López González

Sin duda en las sociedades modernas y capitalistas lo público tiene diferentes significados en un país como México, el cual depende en gran parte del capital extranjero, lo público por las cuestiones políticas se puede volver exclusivo, para algunos sectores económicos, como lo público del agua que nos corresponde como derecho y su accesibilidad que tenemos a este recurso, durante años los ríos, lagunas, mares, ojos de agua, cenotes, presas, ríos subterráneos, han dejado de ser parte de lo público en algunos casos por su privatización para el uso de ciertos productos y en otros por la contaminación que generan empresas y tiran en aguas mexicanas sus desechos, adjuntando que la contaminación que generamos como población.

Sin embargo, el problema que existe con el agua a nivel nacional no debería ser un tema que se deje de lado, pues el aumento de herbicidas dentro de ríos y lagunas, para el consumo humano ha aumentado, pues diferentes instituciones educativas han realizado estudios de las condiciones del agua, realizando muestras a ríos etc. Y también muestras a humanos, que arrojan que el agua de México lleva residuos de glifosato en especial en zonas rurales del sur del país. Jaime Redón en su estudio acerca de “Residuos de glifosato en muestras de agua y orina de habitantes de la zona de Hopelchén” en 2016, hizo un estudio en comunidades mayas, donde afirma que entre el año 1987 y 2007 en la región maya de Campeche se usaron 2 mil toneladas de herbicidas y que este aumentó, para 2016, se implementaron 13,500 toneladas más, para la agroindustria, hay que recordar que es capaz de absorber gran parte de componentes y el glifosato ha sido uno de tantos que ya fue absorbido y este a su vez se ha penetrado en los ríos subterráneos que pueden existir en el territorio.

Prevenir el uso del glifosato en los campos mexicanos es prevenir “posibles enfermedades como el cáncer” esto mencionado en 2015 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), palabras que la ex senadora Senadora “Ana Gabriela Guevara”, ex integrante del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo de la LXIII Legislatura del H. El Congreso de la Unión, con fundamento en lo dispuesto por los artículos 8, fracción II; 76, fracción IX,276, mencionó que era tan tóxico que además de contaminar los campos, las plantas y los organismos de los trabajadores agrícolas, también provocan afectaciones en el agua.“Gaceta oficial del senado de la República 2015”

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales “SEMARNAT” menciona que los ríos y arroyos del país constituyen una red hidrográfica de aproximadamente 633 mil kilómetros de longitud, en la que destacan cincuenta y un ríos principales por los que fluye el 87% del escurrimiento superficial del país y cuyas cuencas cubren el 65% de la superficie territorial continental del país. Según “Programa Nacional Hídrico 2020-2024” De los 653 acuíferos, 115 presentan una situación de sobreexplotación. • Adicionalmente, 17 acuíferos registran intrusión salina y 32 tienen problemas de salinización de suelos y aguas salobres. De las 757 cuencas hidrológicas, en 69 el caudal concesionado o asignado es mayor que el de agua renovable. Las aguas superficiales se encuentran contaminadas por descargas de aguas residuales, municipales e industriales sin tratamiento, así como por agroquímicos. Las aguas residuales producidas en 2017 generaron 2 millones de toneladas de DB05, siendo las industrias las que más aportaron contaminantes orgánicos y hasta 340% más contaminación que la generada por los municipios. El 30% de las aguas residuales municipales que se colectan en los drenajes no reciben ningún tipo de tratamiento. Al año 2018, el caudal total de agua tratada asciende a 138 m3/s. Pérdida de servicios ecosistémicos, afectando de manera particular a comunidades rurales y pueblos indígenas “Preservar la integralidad del ciclo del agua a fin de garantizar los servicios hidrológicos que brindan cuencas y acuíferos” En México, el servicio de agua potable, junto con los de drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición de aguas residuales se encuentra a cargo de los municipios.

Acceso a los servicios de agua potable y saneamiento insuficiente e inequitativo” A nivel nacional, solo el 58%de la población del país tiene agua diariamente en su domicilio y cuenta con saneamiento básico mejorado 2 . El estado con la situación más crítica es Guerrero, con 10%, en contraste con Nuevo León, con un 95%3. En el medio urbano se alcanza un valor de 64%, y en el medio rural de 39%. Son 14 los estados con mayor rezago en el acceso a los servicios, en los que el porcentaje de población que cuenta con agua todos los días y saneamiento básico mejorado oscila entre 10 y 50% en las entidades.

Un estudio realizado en 2017 por la Universidad Veracruzana “HERBICIDA QUE ENVENENA (Sobre el uso de glifosato)” en México descubrió que en algunos estados del sur del país hay comunidades de campesinos que beben agua embotellada, pues eso no es nada raro “beber agua potable”, pero sí es peligroso cuando este líquido contiene glifosato, y es distribuido para su consumo.

El herbicida, para 2017 ya ha penetrado y encontrado la manera de adherirse en los ríos subterráneos del sur del país, en pozos e incluso en la península de Yucatán. Asegura la Dra. Beatriz Torres Beristain, en “HERBICIDA QUE ENVENENA (Sobre el uso de glifosato)”que, al realizar estudios de orina en 5 comunidades campesinas de Campeche, la mayor parte de los hombres que se dedican a la pesca en la región salieron con el resultado de alto porcentaje en poseer en su organismo el herbicida.

El municipio de Hopelchén en el estado de Campeche donde se realizó gran parte del muestreo arroja que los agrotóxicos se extienden por el medio ambiente y llegan a las personas de distintas formas, pues ya no solo a través de las verduras, sino también por el agua. Organizaciones civiles a nivel mundial han denunciado la vinculación entre el glifosato, los daños a la salud humana y el ambiente, lo cual debería obligar a instaurar en nuestro país una legislación al respecto o bien una regulación de este herbicida.

Además un segundo estudio realizado por Greenpeace “LA HUELLA DE LOS PLAGUICIDAS EN MÉXICO”, la Universidad Autónoma de Campeche y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)”ESTUDIO SOBRE PROTECCIÓN DE RÍOS, LAGOS Y ACUÍFEROS DESDE LA PERSPECTIVA DE LOS DERECHOS HUMANOS” revela que en los ríos, lagos y mares de México existen residuos de al menos 30 sustancias químicas que se utilizan en el campo como plaguicidas tomaron muestras de agua en Sinaloa, Yucatán y el Golfo de California para determinar cuáles eran los plaguicidas que habían sido arrastrados hasta las aguas de esta regiones. En todas las muestras había sustancias químicas, revela el informe. “El impacto de los plaguicidas va más allá de la calidad de la tierra, afecta también al agua y a las especies que viven allí. Y si ponemos en contexto que los herbicidas a base de glifosato son utilizados en el 65% de las áreas cultivadas en México y esto equivale a 16.1 millones de hectáreas, repartidas entre 117 cultivos diferentes que van de sur a norte y que todo cultivo depende del agua.

Esto refuerza que el glifosato está en todo el territorio de Norte a Sur, desde los grandes campos agroindustriales, hasta en las comunidades campesinas del sur. Para 2020 el diputado federal Rubén Moreira de la Comisión Permanente acordó solicitar al gobierno federal informe sobre el uso en México del glifosato, determinar riesgos y que sea restringido, por tratarse de un herbicida utilizado en la agricultura y ser altamente causante de cáncer y problemas reproductivos, efectos que podrían ser transmitidos a nuestros hijos y a otras generaciones, mencionó el funcionario de la cámara de diputados.

Dentro del poder federal existen disputas entre el uso y el no uso del herbicida, pues tras las severas advertencias que hacía el ex secretario del medio ambiente Víctor Manuel Toledo a “Víctor Villalobos, Julios Scherer y Alfonso Romo estos en durante los meses de julio y agosto de 2020 hicieron una campaña de desprestigio contra el ambientalista Toledo, pues entre sus intereses estaba más el capital de la agroindustria que la salud de las y los mexicanos”. Después de la renuncia de Toledo a la dependencia Federal en el mes de septiembre, en Palacio Nacional el presidente Andrés Manuel López Obrador en su “segundo informe de gobierno” el primero de septiembre de 2020 mencionó que por decreto quedará prohibido el glifosato. La lucha de Toledo, al parecer no fue en vano, pues se escuchó y se prestó atención a la preocupación de personas que saben del daño que genera el herbicida.

Prevenir la contaminación en el agua de México del agente tóxico de Glifosato es desde las políticas públicas y la regulación de este producto, pues los grandes capitales se llevan grandes riquezas y los pueblos y comunidades campesinas se llevan enfermedades que en ocasiones el Estado no puede ni cubrir. •