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Carece de bases la información del gobierno de Chihuahua: Conagua

México actúa con absoluto apegoa criterios técnicosy legales en todaslas cuencas

 
Periódico La Jornada
Martes 15 de septiembre de 2020, p. 11

La Comisión Nacional del Agua (Conagua) insistió en que la información que ha presentado el gobierno de Chihuahua en torno a sus aportaciones del líquido de las presas y ríos para el cumplimiento del Tratado de Internacional Aguas de 1944 carece de rigor y no considera todos los elementos técnicos disponibles.

De acuerdo con integrantes del consejo de cuenca, en los ciclos 26, 27 y 28 se había llegado a situaciones peores que la actual –actualmente corre el 35–, pero no se había militarizado la zona y consideraron que faltó negociación con los usuarios de agua en Chihuahua.

La Conagua, en un comunicado, precisó que la información que presenta sobre el volumen de agua entregado a Estados Unidos en el río Bravo se basa en modelos matemáticos y en registros que son actualizados diariamente a partir de información pública de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (Cila).

Indicó que el gobierno de México actúa con apego a criterios técnicos y legales, a fin de garantizar la continuidad de las actividades productivas en todas las cuencas –incluida la de Conchos, afluente del Bravo–, la protección de las personas y su patrimonio, así como la seguridad de la infraestructura hidráulica.

Precisó que con base en la información de Conagua, avalada por la Cila, al 13 de septiembre el faltante de entrega es de 366 millones de metros cúbicos. Agregó que a ese volumen, debe agregarse la parte proporcional del necesario para uso público urbano en las 14 ciudades mexicanas que se encuentran en la margen derecha del río Bravo, entre la Presa de la Amistad y la desembocadura al mar.

Asimismo, indicó que la información coincide con las secciones mexicana y estadunidense de la Cila, que llevan a cabo de manera independiente sus propios cálculos y registros, a partir de evidencia técnica y científica.

Indicó que las dos secciones de la Cila elaboran sus modelos y aplican sus propias metodologías de medición y aforo, conciliando finalmente los volúmenes que se reflejan en las actas formales que validan el cumplimiento del Tratado en cada ciclo.