La Jornada del campo
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Número 155 Suplemento Informativo de La Jornada Directora General: Carmen Lira Saade Director Fundador: Carlos Payán Velver
 
La curva epidémica no se construye con los datos del día a día, sino por semanas epidémicas.La curva epidémica no se construye con los datos del día a día, sino por semanas epidémicas.

Editorial Fake news de excelencia

La crítica crítica, aunque se considere muy por encima de la masa, siente, sin embargo, una infinita conmiseración por ésta.

Carlos Marx y Federico Engels. La sagrada familia o Crítica de la crítica crítica

Que respecto del Covid-19 la derecha y sus corifeos a sueldo calumnien al gobierno y engañen la gente a través de los medios de comunicación era de esperarse, dado que defienden intereses políticos y económicos inescrupulosos. Pero sorprende y desazona ver que algunos intelectuales solventes y progresistas hacen lo mismo, pues uno supone que en lo académico conocen su oficio y en lo político no han cambiado de bando. Y sin embargo hay en muchos de sus escritos fake news tan deleznables como las de los gacetilleros mercenarios; fake news de excelencia, pero fake news al fin.

No los leo a todos, no soy masoquista, pero sí a algunos que creo honestos y que incluso son mis amigos. Así, el viernes 31 de julio leí la entrega de la Economía Moral, de Julio Boltvinik, que lleva por título Opacidad del ciclo semanal de registro de casos y muertes por Covid-19. En particular me llamó la atención lo de “opacidad”, pues tengo por costumbre escuchar las conferencias vespertinas de López Gatell y nunca he encontrado omisiones o rincones oscuros en la información que transmiten, además de que el resto es consultable ¿Dónde encontró el buen Julio opacidad?

Para averiguarlo leí con atención el primer párrafo, que aquí reproduzco:

“Con frecuencia, en domingos y lunes, y los dos López (Obrador y Gatell) señalan la baja en los casos de Covid-19 como signo del control de la pandemia. Y en efecto ello es así, pero solo en domingo y lunes, como resultado, probablemente, de los ritmos semanales de trabajo de quienes se encargan del registro de las cifras de casos y muertes que se hacen públicas. Es comprensible que lo diga AMLO si no se ha percatado del ciclo semanal de los datos, pero López Gatell tiene que haberse percatado…”.

O sea que, según Boltvinik, López Obrador es un despistado que no se dado cuenta de que los fines de semana la información fluye más despacio y López Gatell es un mentiroso pues sabiéndolo lo oculta. A continuación, y para demostrar que el presidente es tonto y el subsecretario deshonesto, nuestro experto dedica casi medio artículo de sesudo análisis estadístico a verificar lo obvio, que todos los fines de semanas hay un bache en el registro de casos y muertes.

Y uno se pregunta ¿será que Julio nunca ha escuchado siquiera uno de los más de ciento sesenta informes técnicos diarios del doctor Alomía y del doctor Gatell? Porque los ciudadanos del común que sí los escuchamos hemos oído cuando menos cien veces en los últimos cuatro meses, la explicación de que los datos de sábado y domingo no deben tomarse en cuenta por sí mismos pues son engañosos. Y esto repetido una y otra y otra vez. ¿Dónde estaba metido Julio cuando lo decían? ¿Quizá sacando la cuenta de lo que la Secretaría de Salud y algunas decenas de millones de mexicanos ya sabíamos?

Pero además es irrelevante, pues la curva epidémica no se construye con los datos crudos del día a día, sino por semanas epidémicas y dejando en espera a las dos últimas dado que la información que se tiene de ellas aun no es suficiente y de incorporarse tal cual mostrarían una tendencia engañosa.

Así pues, la afirmación: “con frecuencia, en domingos y lunes, los dos López (Obrador y Gatell) señalan la baja de los casos de Covid-19 como signo de control de la epidemia” es falsa y solo se explica que Julio comience su artículo con ella porque le sirve para denunciar sin verdadero fundamento que el actual gobierno engaña al pueblo. Acusación calumniosa que el investigador busca a toda costa demostrar… aunque para ello tenga que engañar a sus lectores.

Otra afirmación aventurada de Julio es que las cifras de casos y muertes por Covid-19 están en una “zona semiciega”, pues “todos sabemos que ambos datos están gravemente subestimados porque se decidió ahorrar dinero haciendo pocas pruebas”. Aquí el investigador emplea la típica fórmula de las fake news: “todos sabemos” (que conmina al lector a incorporarse al “todos” o quedar como estúpido) para tratar de ocultar su desinformación.

Cualquiera que consulte la página sobre el Covid-19 o que escuche las conferencias vespertinas, sabe que tanto en el cálculo del número de casos como en el de muertes, se suman los “confirmados” que dieron positivo en la prueba y la parte de los “sospechosos” que resulta de aplicar el índice de positividad, lo que da una “cantidad estimada” más cercana a la realidad y que no tiene que ver tanto con el número de pruebas como con la capacidad de detectar personas con síntomas.

Pero no solo no se ocultan casos y muertes para “ahorrar dinero”, se está trabajando para calcular lo que se llama “exceso de muertes” ocasionado por el Covid-19, lo que incluye a quienes murieron directamente por la enfermedad o por causas distintas pero generadas directa o indirectamente por la pandemia.

“El optimismo infundado de los López puede ser peligroso” es otra afirmación sin sustento, pues todos sabemos que en el llamado “informe diario” no hay optimismo ni pesimismo, pues es técnico y no subjetivo. Pero además de falsa es gravemente calumniosa pues el “peligro” al que se refiere no puede ser otro que más contagiados, más enfermos, más muertos… víctimas adicionales que según Julio se podrían evitar si López Obrador y López Gatell dijeran la verdad y no ocultaran información con tal de justificar su “optimismo infundado” ¿Gobierno asesino?

La última afirmación del artículo es que pronto “tendremos medalla de bronce en muertes totales por Covid-19”. Aseveración engañosa pues -Julio lo sabe bien- si no se pondera por el total de la población, el número de muertes no dice nada. Y si se pondera, México no está en tercer lugar sino en onceavo, después de Bélgica, Reino Unido, Francia, Italia, España, Suecia, Estados Unidos, Brasil, Perú, Chile…

Es verdad que en México la letalidad es alta y están muriendo personas que en otras condiciones no debieran morir. Pero esto ocurre por las comorbilidades originadas en la mala alimentación y los malos servicios sanitarios, porque que quienes viven al día se contagian más pues tienen dificultades para aplicar las medidas de mitigación y porque en las comunidades rurales los servicios de salud son casi inexistentes de modo que los enfermos mueren en casa o solo se hospitalizan cuando están graves, factores que aumentan notablemente el número de los enfermos que se complican y el número de los que mueren. De lo cual no tienen la culpa “los López” ni es algo por lo que den medallas.

Fomentar el miedo para transformarlo en descrédito del gobierno es lo que hace la derecha vulgar en abono de los interés políticos y económicos que defiende. Pero es también lo que hacen algunos académicos en abono de su fama de expertos y de críticos. Da vergüenza. •