Tras poco más de dos años de litigio, los nuevos dueños del emblemático edificio Trevi, ubicado a un costado de la Alameda Central, lograron un acuerdo con los inquilinos, incluidos los negocios de la planta baja, para desocupar el inmueble.

Con ello, el antiguo café Trevi, con más de seis décadas de existencia en el número 1 de la calle Colón, cerrará sus puertas, mientras el comercio adjunto, tortas Robles, logró sobrevivir tras convenir con los actuales propietarios formar parte de la renovación del edificio.

Claudia Rosales, representante legal de los dueños, explicó que se acordó otorgar una compensación de entre 300 mil y 500 mil pesos para los cuatro inquilinos que iniciaron un proceso legal a fin de evitar su desalojo –aunque algunos ya tenían sentencia desfavorable–, más la condonación de deudas por renta.

En el caso del café Trevi, comentó que el monto ascendió a poco más de 2 millones de pesos, debido a los gastos que implicaría la liquidación de sus empleados o su mudanza a otro espacio. Este negocio era fuente de ingresos para 15 familias, un tercio de la tercera edad, con más de 35 años de trabajo.

La popular tortería y la cafetería Regis, ubicadas también en la parte baja, lograron permanecer tras llegar a un acuerdo el año pasado con los propietarios. En ambos casos el cierre será temporal durante los trabajos de rehabilitación del inmueble, con las mismas condiciones de arrendamiento, aseguró la abogada.

El 10 de abril de 2018, un grupo de empresarios constituyó el fideicomiso 2476/2017, en el que funge como fiduciaria Banca Mifel, para adquirir el inmueble, que a decir de los vecinos se convertirá en un hotel boutique, con oficinas tipo coworking y restaurantes gourmet.

De los 45 departamentos que alberga el edificio, cuatro permanecían ocupados y deberán ser desalojados antes del 31 de julio, mientras el café Trevi, el 4 de noviembre.