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Finaliza telenovela de gallegos // Mouriño-Calderón, EPN-Lozoya

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inalizó la costosísima telenovela con trama de amiguismo, paisanaje, influencia política, uso indebido de bienes nacionales para favorecer a empresas extranjeras y corrupción, que se prolongó dos sexenios consecutivos (Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto) y golpeó a las de por sí debilitadas finanzas de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Se trata de la compra de la parte mayoritaria de un astillero gallego (Hijos de J. Barreras), en quiebra y sin otro objetivo que ser rescatado por el primer iluso que pasara, y Juan Camilo Mouriño Terrazo, de la mano de Felipe Calderón (en esa etapa los operadores en Pemex fueron Jesús Reyes-Heroles González-Garza y Juan José Suárez Coppel), fue el elegido.

El final de la telenovela fue así: “Pemex, mediante su filial PMI Holding BV, determinó vender su participación mayoritaria en los astilleros españoles Hijos de J. Barreras por su inviabilidad financiera. En mayo de 2020, PMI Holding BV, accionista de Hijos de J. Barreras, transfirió a Cruise Yacht Yard, una compañía perteneciente al propietario del barco en construcción por el astillero español, sus derechos corporativos y económicos correspondientes a su participación de 51 por ciento.

“Al 31 de marzo de 2020 y 30 de abril de 2020, los activos totales del astillero Hijos de J. Barreras ascendieron a mil 535 millones 527 mil y mil 557 millones 974 mil pesos, respectivamente. En tanto, el pasivo total ascendió a 3 mil 997 millones y 2 mil 945 millones de pesos, respectivamente, con lo que el patrimonio neto negativo ascendió a mil 465 millones y mil 387 millones de pesos, respectivamente.

En diciembre de 2013, bajo la dirección de Emilio Lozoya Austin, Pemex aprobó la adquisición de 51 por ciento de las acciones del astillero español. Posteriormente, en 2014, contrató al astillero que se encontraba al borde de la quiebra la construcción de una Unidad Habitacional Flotante (Flotel) para dar servicio al personal de Pemex Exploración y Producción en sus operaciones costa afuera.El costo del flotel fue de casi 145 millones de euros ( La Jornada, Israel Rodríguez).

Como en este espacio se ha documentado, desde el momento mismo de iniciar el negocio promovido por Mouriño Terrazo, con la venia de Felipe Calderón, se sabía que el rescate, las pérdidas y la deuda de la citada empresa privada española terminarían en el balance financiero de Pemex y pagadas con recursos de la entonces paraestatal.

Juan Camilo murió en el avionazo del 4 de noviembre de 2008, pero su padre, el gallego Carlos Mouriño Atanes, y Felipe Calderón continuaron con el proceso de rescate, que sólo se concretó en diciembre de 2013, ya con Enrique Peña Nieto en Los Pinos y Emilio Lozoya en Pemex. En ese entonces, la otrora paraestatal concretó la compra de 51 por ciento de las acciones del astillero gallego, es decir, la aventura iniciada seis años atrás por el preferido del comandante Borolas.

Los recursos salieron de PMI, que en ese entonces presidía José Manuel Carrera Pannizo, a quien la Secretaría de la Función Pública (la de ahora) sancionó e inhabilitó por la compraventa de Agronitrogenados (Alonso Ancira, hoy preso en España).

De entrada, al erario le costó 5 mil 200 millones de pesos y a cambio Pemex, con Lozoya al frente, obtuvo 51 por ciento de las acciones de una empresa española prácticamente quebrada, pero con excelentes relaciones personales y políticas con otro gallego, Carlos Mouriño Atanes. De cereza, como accionista mayoritario, Petróleos Mexicanos nunca participó en la administración de dicha empresa; los minoritarios tomaban las decisiones y el gobierno mexicano pagaba los daños.Así eran los negocios prianistas, pero la negra telenovela llegó a su fin.

Las rebanadas del pastel

Los gobiernos neoliberales privatizaron los astilleros del Estado Mexicano, por no ser estratégicos ni prioritarios para el desarrollo nacional. Sin embargo, para justificar negocios como el citado, después esos mismos neoliberales se quejaban de que nuestro país no tiene capacidad para la construcción de embarcaciones, por lo que era necesario recurrir a los extranjeros.