Artesanos indígenas reactivaron sus protestas frente a las oficinas de la Secretaría de Gobierno ubicadas en la calzada de Tlalpan para exigir los apoyos económicos que ofrecieron las autoridades capitalinas para grupos vulnerables durante la crisis sanitaria por Covid-19.

Constantino Martínez Guzmán, dirigente del Movimiento de Artesanos Originarios de México, aseguró que sólo les han entregado apoyos de mil 500 pesos a 120 indígenas de esta agrupación, que representa a 30 por ciento de sus integrantes. Nos dicen no salgan, quédense en su casa, salven su vida, pero en realidad no apoyan, ponen un límite en la ayuda y dicen que no habrá más.

Aseguró que su organización es independiente de la que preside Filemón Sánchez, a quien las autoridades capitalinas acusan de movilizar a distintos grupos, incluidos vendedores ambulantes, para solicitar ayuda, aun cuando son atendidos.

Aquí estamos para que vean que somos indígenas y artesanos que ofrecemos nuestros productos en distintos puntos de la ciudad, entre ellos el Centro Historíco, refirió, al señalar que por la suspensión de actividades no tienen ingresos, porque no hay quién les compre.

Respecto del riesgo al que se exponen al participar en estas movilizaciones, el dirigente indígena expresó que en lo personal y su grupo no creen en la existencia del coronavirus, porque si existiera a los que más afectaría sería a los indígenas, que no tienen manera de atenderse con médicos, y aquí andamos, de aquí para allá, sin que nos dé esa gripa.

En ese sentido, aseguró que los decesos de dos indígenas con síntomas de Covid-19 que se dieron a conocer los difundió el gobierno y muy rápido, pero uno murió por un accidente que tuvo al salir del Metro Candelaria y otro por sus propias enfermedades.

–Entonces, ¿van a seguir con las movilizaciones?

–Si se llega a un acuerdo, pues adelante, pero si ellos dicen que no, nos quedamos y cerramos Tlalpan. Me dijeron que ya hay algo, pero no nos han recibido aún. Ahorita lo que pedimos es una mesa de negociación con la Secretaría de los Pueblos Indígenas, que nada más tiene el nombre, pero nunca nos ha atendido, por eso venimos a la de Gobierno”.

A la espera de una respuesta, los artesanos, entre ellos familias con sus hijos pequeños, así como adultos mayores, aprovechan el tiempo para comer, tejer o platicar entre ellos, la mayoría sin cubrebocas y sin guardar la sana distancia.