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La forma de los dientes ayuda a reconstruir relaciones genéticas cuando falta el ADN

Identifican rasgos, como el surco de las coronas, que son heredables

 
Periódico La Jornada
Miércoles 22 de abril de 2020, p. 2

Madrid. Investigadores de la Universidad de Tubinga demostraron que la forma de los dientes humanos se puede utilizar para reconstruir las relaciones genéticas en nuestra especie, sirviendo como red proxy del ADN cuando no está disponible.

Hannes Rathmann y Hugo Reyes-Centeno, del Centro de Estudios Avanzados de Humanidades de la Universidad de Tubinga, determinaron qué características dentales específicas son las más adecuadas para inferir relaciones genéticas y cuáles podrían reflejar otros factores, como las adaptaciones al medio ambiente. El estudio fue publicado en Proceedings, de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.

La forma del diente humano varía mucho entre individuos y poblaciones. Ejemplos de características dentales comunes incluyen las pautas de surco en las coronas, el tamaño relativo de las cúspides, el número de raíces y la presencia o ausencia de muelas del juicio. Estos rasgos son heredables. Algunos de ellos ocurren en diferentes frecuencias entre poblaciones de una manera similar a la herencia y la variación del ADN. Los rasgos dentales se pueden usar en estudios genéticos de población cuando el material genético no está disponible, sostuvo Hannes Rathmann.

Los dientes son el tejido más duro del cuerpo humano y los restos dentales de los individuos a menudo están bien conservados, incluso cuando la preservación del esqueleto y el ADN asociada es deficiente.

La mayoría de los rasgos dentales humanos probablemente surgieron por casualidad como resultado de la deriva genética, asegura Rathmann.

Ese es un proceso evolutivo que se considera neutral, sin ventajas ni desventajas particulares para los individuos o la población. Por el contrario, también se ha propuesto que algunos rasgos evolucionaron de manera no neutral como resultado de la selección y adaptación natural, tal vez en respuesta al comportamiento de masticación o factores ambientales.

Desenredar mecanismos

Los dientes que evolucionan de manera neutral son útiles para inferir relaciones genéticas y pueden ser muy informativos para reconstruir el pasado humano, agrega Hugo Reyes-Centeno. Para desenredar los mecanismos evolutivos neutros y no neutrales, los investigadores compararon la variación en los rasgos dentales con la del ADN que evoluciona neutralmente en varias poblaciones del mundo.

Para este estudio desarrollamos un algoritmo que podría comparar los datos de ADN con los rasgos dentales de uso común y todas las combinaciones posibles de estos rasgos, explica Rathmann en un comunicado.

Los investigadores realizaron cálculos exhaustivos y analizaron más de 130 millones de posibles combinaciones de rasgos dentales.