Mantener una rutina, jugar e informar qué está pasando son medidas esenciales para garantizar que el receso escolar para más de 25 millones de alumnos de prescolar, primaria y secundaria, que iniciará mañana, no se convierta en un periodo de riesgo que eleve los casos de violencia y lesiones en niños y adolescentes.

Juan Martín Pérez, director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia (Redim), destacó la necesidad de que los menores mantengan contacto virtual con su comunidad escolar –alumnos y maestros– por ser uno de los espacios de convivencia y socialización más importantes para su desarrollo.

Advierte que en México prácticamente ninguna información sobre el Covid-19 está dirigida explícitamente a niños y adolescentes, lo que es una grave omisión, pues ellos representan 31 por ciento de la población nacional.

En tanto, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) lanzó 12 recomendaciones de cómo pueden los padres hablar con sus hijos sobre el Covid-19. Destaca que en contextos de crisis, los menores son más vulnerables a sentimientos de ansiedad, estrés y tristeza.

Propone que los padres o adultos al cuidado de los infantes deben invitarlos a hablar sobre la epidemia y escuchar qué piensan y sienten. Se les debe ofrecer información veraz, pues los niños tienen el derecho a estar informados, aunque a través de un lenguaje adecuado que evite generar ansiedad. También es necesario enseñarles cómo protegerse, y, de esa forma, cuidar a sus ami-gos y compañeros.

El organismo multinacional recomienda ofrecer consuelo, pues en un mundo hiperconectado, los niños y adolescentes están expuestos a imágenes y contenido en Internet que puede ser angustiante o generar la sensación de peligro inminente.

Al respecto, Martín Pérez señala que es necesario no soslayar la tensión que puede generar una condición de resguardo o encierro prolongado ni lo que puede implicar percibir que la carga del contagio está en la población, como único responsable, cuando no es así.

Insistió en que el juego con niños y adolescentes es la mejor forma de superar el miedo al encierro, porque es la mejor herramienta sicológica para asumir situaciones adversas de una forma positiva, a través de tareas como recuperar la historia familiar, organizar fotos y videos, realizar concursos de cuentos o teatro.

En cuanto a las acciones para mitigar temor y angustia, Unicef destaca que es necesario averiguar si los menores están siendo víctimas de discriminación racial por causa del avance del Covid-19 o si están propiciando el acoso, pues es necesario explicarles que la enfermedad nada tiene que ver con la apariencia, el origen o el idioma de una persona.

Agrega que además de contar historias con actos de amabilidad y generosidad, si los adultos se informan, cuidan y sobrellevan la situación sin generar estrés ni angustia, ayudan a los menores a sentirse más seguros y reconfortados.